Toda mujer debe recordar que lo es además de que también es madre. Las prioridades de las mujeres cambian a medida que avanzamos a través de las diferentes etapas de la vida, y es natural que una nueva madre vincule su identidad a la de la persona que cuida a los niños.
Sin embargo, su relación con la pareja podría resquebrajarse mientras está encontrando su sitio, y si la mujer es una madre soltera, podría estar lidiando con la idea de salir de nuevo, pero el temor de inclinar la balanza podría estar frenándole a avanzar.
La maternidad cambia la vida
Que la maternidad cambia la vida a las mujeres es un hecho. Aunque cuidar de las necesidades de tu hijo es primordial, debes recordar que eres mujer y madre, que tienes tus propias necesidades, metas y aspiraciones. El viaje de la maternidad comienza dentro de ti. No es raro que las nuevas mamás pongan en suspenso sus carreras cuando forman una familia, de hecho, es bastante habitual.
Algunas mamás prefieren quedarse en casa después de tener a su bebé, otras esperan regresar a sus carreras. De cualquier manera, las nuevas mamás experimentan la ‘culpa de la mamá’, y las mamás que se quedan en casa se sienten culpables por no sentirse completamente satisfechas por su papel de madre… o a la inversa. También pueden experimentar sentimientos de aislamiento y extrañar la estimulación mental y las conversaciones de los adultos en un entorno laboral. Las mujeres que prefieren o tienen que volver al trabajo pueden sentirse culpables por dejar a su bebé al cuidado de otra persona todo el día.
Volver o no al trabajo, encuentra el equilibrio
Cuando se trata de regresar o no al trabajo, no hay una elección correcta o incorrecta. Se debe tomar una decisión con la que se esté satisfecha, en función de las necesidades y circunstancias personales en un momento determinado. Aunque una mujer que es madre querría ocuparse de todo, eso no es posible… no se puede hacer todo, el día tiene 24 horas solo y no se puede alargar más.
No hay una fórmula conocida para lograr un equilibrio uniforme entre el trabajo y la familia… depende de tus prioridades y de tu vida. Es necesario ser consciente y flexible teniendo en cuenta tu mundo laboral y tu mundo familiar.
Es necesario que establezcas límites viables y prácticos que se adapten a tus circunstancias únicas. Levanta cada mañana dispuesta a dar lo mejor de ti, con prioridades, buena organización y sin olvidarte a ti misma. Si no puedes con todo, busca ayuda.
Consejos que debes seguir
Para no olvidarte, debes tener unos puntos clave en tu vida:
- Revisa tus metas profesionales. Utiliza tu tiempo de forma sabia, concéntrate en tu trabajo para no tener que llevarte trabajo a casa.
- Encuentra tu pasión. Descubre lo que realmente te apasiona y dedícate a eso, así no tendrás que volver a ‘trabajar’ nunca.
- Reaviva tu relación de pareja. Si tienes pareja, cuida la relación como si fuese una planta… debes regalar todos los días.
- Pasa tiempo de calidad contigo misma. Pasar tiempo de calidad contigo mismo para reflexionar sobre las decisiones de tu vida te ayudará a hacer un seguimiento de tus sueños, metas y aspiraciones. Ten tiempo para ti, exclusivamente.