Las tartas saladas son un recurso excelente tanto para ocasiones especiales como para el día a día. Una combinación de ingredientes cuidadosamente seleccionados puede convertir esta propuesta en un plato versátil y sabroso que sorprenda a tus comensales. Hoy te traemos una receta detallada de tarta salada de champiñones, espinacas y tomates confitados, ideal para disfrutar como entrante, plato principal o incluso como parte de un picnic.
Esta receta tiene sus peculiaridades porque combina texturas y sabores únicos: la base crujiente de masa quebrada, un relleno cremoso y bien equilibrado y el toque dulce de los tomates confitados. Aunque a primera vista la lista de ingredientes pueda parecer extensa y los pasos algo laboriosos, el resultado merece el esfuerzo. También te daremos alternativas para simplificar la preparación si tienes poco tiempo.
Ingredientes para la tarta salada
Para preparar esta receta necesitas dividir los ingredientes en tres secciones principales: la masa quebrada, los tomates confitados y el relleno. A continuación, detallamos cada uno de ellos:
Para la masa quebrada
- 250 g de harina floja (de repostería).
- 125 g de mantequilla fría, cortada en cubos.
- 60 g de agua fría.
- 1 pellizco de sal.
Para los tomates confitados
- 18 tomates cherry.
- 3 dientes de ajo, cortados en trozos grandes.
- 50 g de aceite de oliva virgen extra.
- Tomillo seco (o fresco, si lo prefieres).
- Sal al gusto.
- Pimienta negra recién molida.
Para el relleno
- 380 g de espinacas frescas.
- 110 g de champiñones laminados.
- La mitad de los tomates cherry confitados.
- 90 g de queso crema.
- 3 huevos grandes.
- 262 g de queso fresco batido.
- Sal y pimienta al gusto.
Paso a paso para preparar la tarta salada
La organización es clave para que esta receta sea sencilla y fluida. Si sigues estos pasos y los haces en orden, el proceso será cómodo y el resultado final será excepcional.
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Comienza con los tomates confitados. Precalienta el horno a 140 ºC y mezcla en un recipiente apto para horno los tomates cherry con los ajos, el tomillo, el aceite, la sal y la pimienta. Asegúrate de que los tomates queden bien impregnados con el aliño. Introduce el recipiente en el horno y deja que los tomates se hagan lentamente durante aproximadamente 1 hora. Este paso les dará un sabor exquisito que realzará el conjunto de la tarta.
- Prepara la masa quebrada. Tamiza la harina junto con la sal en un bol. Incorpora la mantequilla fría en cubos y mezcla con las yemas de los dedos hasta obtener una textura similar a migas gruesas. Añade el agua fría poco a poco hasta que la masa se compacte. Manipúlala lo menos posible para evitar que la mantequilla se derrita. Aplasta ligeramente la masa, forma un disco y déjala reposar en la nevera envuelta en papel film durante 15 minutos.
- Estira y da forma a la masa. Enharina ligeramente la encimera y estira la masa con ayuda de un rodillo. Dale forma según el molde elegido (preferiblemente con base desmoldable). Coloca la masa en el molde engrasado, ajustando los bordes y retirando el exceso. Refrigera el molde con la masa por 30 minutos para que mantenga su forma al hornearse.
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Hornea la masa en blanco. Saca la masa de la nevera, pínchala con un tenedor para evitar que se infle y cubre la base con papel de hornear. Rellena con legumbres secas (como garbanzos o alubias) para que actúen como peso. Hornea a 180 ºC durante 15 minutos. Luego retira el peso y el papel y hornea 5 minutos más para que se dore ligeramente.
- Prepara el relleno. Saltea las espinacas frescas junto con la mitad de los tomates confitados en una sartén a fuego medio hasta que reduzcan su tamaño. En un bol grande, mezcla el salteado de espinacas y tomates con los champiñones laminados, el queso crema, los huevos batidos y el queso fresco batido. Salpimienta al gusto y mezcla bien hasta obtener una mezcla homogénea.
- Monta la tarta. Vierte el relleno sobre la base de masa quebrada horneada. Distribuye el resto de los tomates confitados de forma uniforme sobre el relleno.
- Hornea la tarta. Introduce el molde en el horno precalentado a 180 ºC y cocina durante 35 minutos o hasta que el relleno esté firme y dorado en la superficie.
Esta receta de tarta salada de champiñones, espinacas y tomates confitados combina frescura, textura y un equilibrio perfecto de sabores. Puedes disfrutarla tanto caliente como a temperatura ambiente, lo que la convierte en una opción excelente para llevar a una reunión o incluir en un menú variado. Si quieres explorar más opciones, te recomendamos nuestra tarta salada de calabacín y queso de cabra.
Recuerda que esta receta puede adaptarse a tus preferencias, por ejemplo, utilizando masa comercial si tienes prisa o incorporando tus verduras favoritas al relleno. Prueba esta receta y sorprende a todos con una tarta que no solo es deliciosa, sino también muy versátil en cualquier ocasión.