Cuando el cuerpo te pide algo dulce, nada mejor que complacerlo con una exquisita tarta de queso y dulce de leche. Este postre no solo es ideal para los más golosos, sino que también es perfecto para compartir en reuniones familiares o con amigos. Además, su preparación es increíblemente sencilla, ya que no necesita horno, no incluye conservantes y se elabora con ingredientes comunes y asequibles.
A continuación, te explicaremos todos los detalles para que puedas hacer esta receta de manera fácil y sin complicaciones, enriqueciendo la experiencia con consejos y trucos que convertirán esta tarta en la favorita de todos. ¡Vamos a ello!
Ingredientes necesarios
Con un molde de 18 cm de diámetro, obtendrás suficiente tarta para unas 8-10 raciones. Aquí te dejamos los ingredientes detallados:
Para la base:
- 100 gramos de galletas María o cualquier otra galleta dulce.
- 40 gramos de mantequilla (preferiblemente sin sal).
Para la tarta:
- 430 gramos de dulce de leche.
- 500 ml de nata líquida (también conocida como crema de leche).
- 500 ml de leche entera o semidesnatada.
- 200 gramos de queso crema (tipo Philadelphia).
- 3 sobres de cuajada en polvo.
- Una cucharada rasa de azúcar.
Preparación paso a paso
1. Preparar la base
Lo primero que haremos será la base de la tarta. Para ello, funde la mantequilla al fuego o en el microondas hasta que esté completamente derretida. Tritura las galletas con un robot de cocina, rodillo o incluso en una bolsa de plástico con un rodillo. Una vez estén bien pulverizadas, mézclalas con la mantequilla derretida hasta formar una masa homogénea.
Extiende esta mezcla en el fondo del molde, presionando bien para crear una capa uniforme y compacta. Introduce el molde en la nevera para que endurezca mientras preparas el relleno.
2. Preparar el relleno
En una cacerola, calienta la nata, el azúcar y 250 ml de la leche (la mitad) a fuego medio hasta que la mezcla esté a punto de hervir. Mientras tanto, diluye los sobres de cuajada en los 250 ml restantes de leche fría, asegurándote de que no queden grumos.
Cuando la mezcla de nata y leche comience a hervir, añade la cuajada diluida, el queso crema y el dulce de leche. Remueve constantemente con unas varillas hasta que los ingredientes estén totalmente integrados y la mezcla sea homogénea. Continúa calentando a fuego medio durante unos 5 minutos más para que espese un poco.
3. Montaje
Retira la mezcla del fuego y, si deseas una textura aún más fina, pásala por una batidora para eliminar cualquier posible grumo. Luego, vierte la mezcla en el molde que habías reservado con la base de galletas. Hazlo con cuidado para evitar que la base se desplace.
Deja que la tarta repose a temperatura ambiente hasta que pierda el calor inicial y, después, introdúcela en la nevera durante al menos 4 horas para que cuaje completamente. Si puedes dejarla toda la noche, mucho mejor.
4. Decoración y presentación
Una vez que la tarta haya cuajado, desmóldala con cuidado. Para decorar, puedes optar por añadir virutas de chocolate, almendras caramelizadas o simplemente regar un poco de dulce de leche por la superficie. Este toque final hará que visualmente sea irresistible.
Si lo prefieres, también puedes usar frutas frescas como fresas, arándanos o frambuesas, que no solo añadirán color, sino que también equilibrarán la dulzura del dulce de leche con una nota fresca y ácida.
Consejos para una tarta perfecta
- Temperatura de los ingredientes: Asegúrate de que el queso crema esté a temperatura ambiente antes de usarlo. Esto permitirá que se mezcle mejor con el resto de los ingredientes.
- Evitar grumos en la cuajada: Disuelve bien la cuajada en la leche fría antes de añadirla a la mezcla caliente. Esto es clave para obtener una textura lisa.
- Uso del molde: Si utilizas un molde desmontable, coloca papel de horno en la base para que sea más fácil retirar la tarta una vez cuajada.
- Paciencia: Aunque es tentador probar la tarta antes de tiempo, es fundamental respetar las horas de enfriamiento para que logre la consistencia ideal.
Variaciones que puedes probar
La receta base de esta tarta admite múltiples variaciones para adaptarse a los gustos de cada persona:
- Base diferente: Sustituye las galletas María por galletas de chocolate, de avena o incluso Lotus para un toque especiado.
- Toques aromáticos: Agrega una cucharadita de esencia de vainilla o un chorro de licor como Baileys al relleno para realzar el sabor.
- Capas adicionales: Añade una capa de nata montada o una fina cobertura de chocolate encima del dulce de leche para un postre aún más contundente.
Esta receta reúne la esencia de la repostería fácil y deliciosa, perfecta tanto para ocasiones especiales como para darte un capricho en cualquier momento. Si disfrutas de las tartas de queso, prueba también otras opciones como la tarta de yogur y moras o la tarta de queso con butterscotch. Cada una tiene su encanto único.