El 11 de noviembre es San Martín, y en Galicia se celebra el Magosto, una fiesta de origen laico en la que se degustan productos del otoño. Una tradición que tiene esta tarta de castañas como su postre estrella. De hecho, adquiere el nombre de San Martiño.
¿Y cómo es esta tarta? Es un bizcocho denso pero esponjoso con un intenso sabor a castañas. Este se consigue gracias al puré elaborado con castañas cocidas, que representa, todo sea dicho, la parte mas laboriosa de la receta. Y es que lo de pelar castañas hay que tomárselo con tiento y paciencia para no quemarse ni desesperarse. Ahora, ¡merece la pena!
Es una tarta estupenda para compartir y disfrutar con una taza de café. Con las cantidades que os proponemos tenéis suficiente para una tarta generosa de 22-24 centímetros de diámetro, que equivale a 10-12 porciones. Nosotros, como se aprecia en la foto la hemos hecho mas pequeñita de 15-16 centímetros utilizando 3/4 partes de las cantidades indicadas. ¡Probadla! Es un postre estupendo para este otoño, después, por ejemplo, de una caponata siciliana.
Ingredientes
- 250 g. de castañas (cocidas y peladas). Con 400 g. de castañas tendría que bastaros.
- 200 ml. de leche entera
- 150 g. de almendras molidas
- 4 huevos L
- 200 g. de azúcar
- 180 g. de mantequilla
- 100 g. de harina de repostería
- 8 g. de levadura química
- 50 g. de azúcar glas para el acabado
- Chocolate para el acabado (opcional)
Paso a paso
- Haz un pequeño corte en cruz en el estilo (parte puntiaguda) de cada castaña y escáldalas en una olla durante 10 minutos.
- Una vez hecho, apaga el fuego y ve sacando las castañas del agua por tantas para pelarlas. Es complicado pelar las castañas si no están calientes, por no decir imposible, de ahí que sea mejor mantenerlas en el agua hasta que llegue el turno de pelarlas. Ahora tampoco seas demasiado ansiosa, ¡cuidado con los dedos!
- Peladas las castañas coloca coloca 250 g. de estas cortadas por la mitad en un cazo con la leche y cuece durante 8 minutos a fuego medio.
- Después, tritura la mezcla hasta obtener una crema suave y reserva en otro recipiente para que se vaya enfriando. La textura que debes conseguir es similar a la de cualquier crema de frutos secos o nocilla. Una crema untable, por así decirlo.
- A continuación, derrite la mantequilla durante unos segundos en el microondas para conseguir una textura de pomada.
- Separa las yemas de las claras y reserva estas en la nevera.
- Coloca las yemas con 170 gramos de azúcar y la mantequilla en un bol grande y bate hasta lograr una mezcla cremosa y homogénea.
- Después incorpora la crema de castañas y vuelve a batir unos segundos hasta integrarla por completo.
- Precalienta el horno a 180ºC y engrasa el molde desmontable. Si la base no es cerámica como la del mío fórrala con papel de horno, así podrás desmoldar la tarta de castañas con mayor facilidad.
- Mientras se calienta, en un bol grande mezcla la almendra molida, la harina y la levadura.
- Añade la crema ya preparada y vuelve a mezclar hasta que los ingredientes queden bien integrados. Basta una espátula para hacerlo.
- Ahora, saca las claras de la nevera, añade el azúcar restante y móntalas hasta que al colocar el bol boca abajo estas no se caigan.
- Una vez hecho añádelas a la mezcla en dos tantas con movimientos envolventes para conseguir una masa aireada.
- A continuación vierte la mezcla en el molde y dale unos golpecitos a este para que la masa se asiente.
- Una vez hecho hornea durante 40-45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo esté cuajada.
- Entonces sácala del horno y deja que se temple 10 minutos.
- Después, desmóldala y deja que se temple para espolvorear con azúcar glas. Si lo haces en caliente, el bizcocho absorberá el azúcar.
- Disfruta de la tarta de castañas el día de San Martín o cualquier otro de otoño. Y si quieres ser piel a la tarta tradicional escribe con chocolate sobre esta «San Martiño»