La sopa castellana es una sopa de orígenes humildes con un sabor exquisito. No deja de ser una sopa de ajo y como tal ajo, pan y pimentón son sus ingredientes base. A partir de aquí la sopa se puede enriquecer con embutidos y caldo como hoy lo hemos hecho.
De la sopa de ajo existen muchas versiones, como de todos los platos tradicionales. Nosotras hemos preparado una de las que mas nos gustan prescindiendo esta vez de los huevos que solemos dejar cuajar con el calor de la propia sopa mientras reposa, antes de servir.
Tiempo: 25 min
Raciones: 2
Ingredientes
- 5 dientes de ajo
- 4 rodajas de chorizo
- 40 g. de taquitos de jamón
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1 chorretón de vino blanco
- 50 g de pan viejo
- 1/2 litro de caldo de carne (o agua)
- Sal al gusto
Paso a paso
- Pela los dientes de ajo, retira el germen y lamínalos no muy finos. Corta el pan en rebanadas finitas y reserva.
- Vierte el aceite en una cazuela y fríe los ajos hasta que empiecen a dorarse.
- Entonces, agrega el chorizo y el jamón y saltea hasta que cojan color.
- Seguidamente, incorpora el pimentón y sofríe un minuto mientras remueves con una cuchara de palo.
- A continuación, vierte el vino blanco y reduce un par de minutos.
- Agrega el pan y revuelve para que se impregne bien de aceite, antes de añadir el caldo y la sal. Nosotras no hemos añadido sal con la de los embutidos nos resulta suficiente.
- Cuece 15 minutos aproximadamente o el tiempo necesario para que el pan esponje y la sopa espese.
- Sirve caliente.