Ya ves, has sido amigo durante tanto tiempo que la idea de hacer cosas de pareja con esa persona te hace sentir bastante incómodo y avergonzado. Puede parecer la cosa más natural del mundo, o puedes sentirte forzado. Ese es el riesgo que tienes que correr si tu amigo se convierte en pareja. Cuando cruzas esa línea de ser amigos a ser amantes, tienes que aceptar que las posibilidades de que vuelvas a cómo eran las cosas son muy escasas.
Por el momento, la relación es platónica, por lo que es difícil saber si existe el potencial de una química increíble o si simplemente es mejor mantenerse amigos.
Podrías perder esa comodidad
La razón principal por la que tienes una amistad increíble es que están completamente cómodos el uno con el otro. Con ellos, nunca tienes que ocultar quién eres. Si comienzas a salir, no se sabe lo que podría pasar. Podría fortalecer el vínculo que ya tenía o podría hacer que todo se sienta incómodo.
Por lo general, confiarías en tu amigo por encima de cualquier cosa. Pero si el problema es tu relación, es posible que no te sientas tan cómodo hablando con esa persona al respecto.
Sabes sobre el historial de citas de cada uno
No es algo en lo que normalmente pienses. Compartes historias sobre tus relaciones pasadas, los encuentros que has tenido y momentos embarazosos que normalmente no le contarías a tu pareja. Eso solo demuestra lo cómodos que estáis uno con el otro. Excepto que ahora las cosas han cambiado…
Conocéis vuestro historial de citas, especialmente las cosas que le avergonzaría mencionar a alguien con quien está involucrado sentimentalmente, y eso puede hacer que sea bastante incómodo. Desafortunadamente, tienes que aceptar lo que le has dicho y más allá. Después de todo, si no pueden reírse de eso juntos, entonces probablemente no sea una buena idea entrar en una relación.
Verás un lado diferente de tu amigo
Aunque creas que le conoces, realmente no sabes cómo sería como pareja. Tu amistad es cómoda y casi nunca discutes simplemente porque parece que no tienes nada en lo que estar en desacuerdo. No hay expectativas. Cuando comienzas a salir, surgen problemas. Verás un lado de ellos que probablemente nunca hayas visto antes. Y sin duda discutirás sobre cosas que normalmente no discutirías.
La verdad es que no sabes cuán necesitado, discutidor o controlador es una persona hasta que eres una pareja. Ahí es cuando comienzas a descubrir nuevos lados que aunque pienses que le conoces bien, antes permanecían ocultos.
Podría conducir a un corazón roto
No hay nada más desgarrador que perder un amigo cercano y un compañero al mismo tiempo. Casi parecerá que nunca superarás el dolor de perderlos. Si no corresponde tus sentimientos, podría ser el final de una amistad. Te arrepentirás de hablar con esa persona sobre cómo te sientes, pero te arrepentirás más si no te arriesgas.
Y si comienzas a salir pero luego decides que no es lo que ninguno de vosotros quiere, lo más probable es que no puedas ser solo amigo de nuevo porque has pasado por demasiado…
Te arriesgas a perder algo grandioso
Por supuesto, podrías ganar algo aún mejor, pero ¿estás preparado para sacrificar una amistad realmente buena? Es una de las decisiones más difíciles de tomar. De hecho, perder a un amigo es probablemente tu mayor preocupación en este momento. A pesar de cómo te sientes, crees que sería mejor para los dos si intentas enterrar tus sentimientos. Al menos aún los tendrías en tu vida… Pero si realmente le amas, puedes pensar en arriesgarte y quizá tener lo mejor de tu vida a tu lado para siempre.