Imprevistos y accidentes ocurren dentro del hogar a diario: una fuga de agua que daña el techo del salón, una cerradura que de repente deja de funcionar, una tubería que se rompe y provoca daños… Este tipo de situaciones generan gastos inesperados que pueden desequilibrar la economía familiar. Por ello, cada vez más personas deciden contratar un seguro de hogar, entendiendo la tranquilidad que puede ofrecer ante estos contratiempos.
Las estadísticas indican que 7 de cada 10 españoles optan por asegurar su vivienda. Pero, ¿es esto porque es obligatorio o simplemente por precaución? Vamos a profundizar en qué casos el seguro de hogar es obligatorio y qué coberturas debe incluir.
¿Es obligatorio tener un seguro de hogar?
Por norma general, no es obligatorio tener un seguro de hogar. Sin embargo, si tienes una hipoteca, la entidad bancaria sí exigirá como condición contratar un seguro de hogar que incluya al menos la cobertura de protección básica contra incendios y otros siniestros. Este requisito está regulado por el Real Decreto 716/2009 en su artículo 10.
Dentro de este marco, es importante destacar que ningún banco puede obligarte a contratar el seguro con ellos. Muchas entidades ofrecen su propio seguro vinculado a la hipoteca que conceden, pero como consumidor tienes la libertad de elegir la aseguradora que más te convenga, siempre que cumpla con las coberturas requeridas.
¿Y si tu vivienda no está hipotecada?
En el caso de viviendas que no tengan hipoteca, la contratación de un seguro ya no es una obligación legal, aunque sigue siendo muy recomendable. Proteger tanto el continente como el contenido de una vivienda, así como contar con cobertura de responsabilidad civil, puede evitar problemas mayores en caso de accidentes, robos o desastres naturales.
El seguro de hogar en contratos de alquiler
Si estás alquilando una propiedad, el propietario podría incluir en el contrato de alquiler una cláusula que obligue al inquilino a contratar un seguro. Esto es perfectamente legal, siempre y cuando el inquilino acepte las condiciones del contrato. Sin embargo, este tipo de exigencias suele ser más común en alquiladores de larga duración o en inmuebles amueblados.
Por otro lado, el inquilino puede contratar un seguro de hogar que cubra únicamente el contenido y daños a terceros, ya que el propietario generalmente se encarga de asegurar el continente. De esta forma, ambas partes están protegidas ante posibles inconvenientes.
Coberturas básicas del seguro de hogar
Cuando el seguro de hogar es obligatorio, como en el caso de las hipotecas, el mínimo exigido es una póliza que cubra los daños estructurales y de contenido. Esto incluye:
- Incendios y daños por agua: Daños ocasionados por inundaciones, filtraciones, goteras y otras situaciones relacionadas con el agua.
- Robo: Indemnización por el valor de los objetos sustraídos, según lo establecido en la póliza.
- Responsabilidad Civil: Protección ante los daños ocasionados a terceros por el asegurado o incluso por elementos de la vivienda, como fugas de agua.
Hoy en día, muchas compañías de seguros también incluyen coberturas adicionales, como la protección de mascotas, servicios de asistencia jurídica o incluso ayuda en reparaciones menores dentro del hogar.
¿Qué debes revisar en tu póliza?
Es imprescindible leer con atención el contrato del seguro de hogar antes de firmarlo. Asegúrate de que las coberturas incluidas se ajustan a tus necesidades y revisa los límites de indemnización para evitar sorpresas si necesitas activar la póliza.
No olvides comparar distintas opciones antes de decidirte. Muchas aseguradoras ofrecen coberturas similares, pero el precio y los servicios adicionales pueden variar considerablemente entre unas y otras.
Más razones para contratar un seguro de hogar
No es necesario que sea obligatorio para que un seguro de hogar sea una buena inversión. Además de las coberturas básicas que ya hemos mencionado, estas pólizas pueden incluir:
- Protección ante fenómenos naturales, como granizadas o tempestades.
- Cobertura por vandalismo o actos malintencionados de terceros.
- Indemnización en caso de inhabitabilidad, cubriendo los gastos de realojamiento temporal.
- Servicios opcionales como reparación de electrodomésticos, asistencia informática o asesoría legal.
Contratar un seguro de hogar es una decisión que proporciona tranquilidad y una red de seguridad ante posibles incidentes. Aunque en muchos casos no sea una exigencia legal, muchas familias optan por contar con esta protección debido a sus múltiples beneficios y la posibilidad de personalizar coberturas según sus necesidades específicas.