En los últimos años, los fabricantes de automóviles han desarrollado diferentes herramientas para aumentar la seguridad vial. Los conocidos como Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS- Advanced Driver Assistance Systems) han sido diseñados para tratar de disminuir la cantidad de siniestros en la carretera y la gravedad de los mismos. Según la normativa vigente, desde julio de 2022, todos los vehículos de nueva homologación deben incorporar de serie al menos ocho de estos sistemas.
Otro punto clave en materia de seguridad es contar con una póliza adecuada. El amplio abanico de ofertas disponibles puede dificultar al conductor el encontrar la que mejor se adapte a sus necesidades. Para facilitarles la tarea, en la web de Línea Directa es posible calcular el seguro de coche en apenas unos minutos, eligiendo las coberturas que se quieren contratar entre múltiples opciones. La póliza del coche es un gasto fijo, por lo que comparar las ofertas de las diferentes compañías aseguradoras puede suponer un importante ahorro. Además, contar con un buen seguro de coche es sinónimo de poder circular con total tranquilidad.
8 Principales avances en asistencia al conductor
La Unión Europa, en su nuevo Reglamento de Seguridad, marca desde hace unos años la obligatoriedad de incorporar algunos de estos nuevos ADAS a los vehículos nuevos.
Detector de somnolencia (DDR): Según la DGT, entre el 20 y el 30 % de los accidentes de tráfico están ocasionados por la fatiga o el cansancio del conductor, lo que le hace perder capacidad de reacción ante cualquier imprevisto. El Sistema DDR es un asistente electrónico capaz de detectar si una persona se duerme al volante y alerta al conductor para evitar que se produzca un accidente. Para ello, el vehículo analiza el comportamiento del conductor mediante varios sistemas. Un sensor en el volante supervisa la presión de las manos del conductor; el control de estabilidad (ESP) calcula los cambios del ángulo de la dirección, la cámara de visión delantera analiza si se pisan más de la cuenta las líneas de la carretera. Además, hay sistemas avanzados que incluyen una cámara de reconocimiento facial, que registra los movimientos de la cabeza y si hay un exceso de parpadeo. Por su parte, la centralita del motor monitoriza cuánto tiempo lleva encendido el motor para determinar si es recomendable hacer una parada en el trayecto.
Asistente de velocidad inteligente (ISA): controla la velocidad a la que circula el coche, limitándola en función de los límites del tramo por el que se circula. Una cámara delantera situada analiza las señales de tráfico y envía información a una unidad de control para controlar que el vehículo no supere los límites establecidos. El sistema ISA tiene tres niveles: el informativo, emite una señal acústica, visual o una vibración en el volante; ISA de advertencia, el pedal del acelerador se pone duro; y el ISA obligatorio, en el que la centralita impide al conductor acelerar y exceder el límite de velocidad.
Alerta de tráfico cruzado (RCTA): utiliza los sensores de radar ubicados en el paragolpes trasero para detectar cualquier posible obstáculo cuando se circula marcha atrás. Si detecta que se aproxima otro vehículo, un ciclista o un peatón por detrás, el sistema lanza un aviso al conductor. Hay marcas que incorporan una tecnología adicional, que actúa directamente sobre el sistema de frenos o una cámara de visión trasera.
Caja negra (EDR): es un dispositivo que registra el momento previo y posterior de un accidente de tráfico para recabar información de lo ocurrido. En realidad es de color naranja, para localizarla más fácilmente en un siniestro. Detecta hasta 15 parámetros como: el momento de la frenada, la velocidad del vehículo, la fuerza del impacto frontal y lateral, las revoluciones del motor, los movimientos de dirección, la posición del acelerador, el funcionamiento de los airbags y cinturones de seguridad o las condiciones meteorológicas.
Alerta de cambio involuntario de carril (LDW): avisa al conductor si está perdiendo la trayectoria o se está saliendo del carril por el que circula. Este sistema tiene un nivel superior en el que, ante la posibilidad de salirse de la trayectoria delimitada por las líneas de la carretera, es capaz de mover el volante para mantenerse en el carril.
Sistema de frenado de emergencia (ESS): ante una situación de emergencia, el conductor no siempre frena con toda la intensidad que debe hacerlo. Este sistema aplica la máxima presión posible al circuito de frenado, aunque el conductor sólo haya hecho un leve gesto, para reducir la distancia de frenado al máximo.
Inhibidor de arranque con alcoholímetro: el conductor debe encender el alcolock antes de emprender la marcha y soplar de forma continuada a través de la boquilla hasta que el aparato lo indique. En España, el límite está entre 0,25 mg/l y hasta 0,5 mg/l (entre 0,15 mg/l y 0,3 mg/l para noveles y profesionales). Si el nivel supera la tasa máxima permitida, el sistema dará la señal para que el motor de arranque no funcione.
Alerta de uso del cinturón: detecta si todos los ocupantes de vehículo llevan correctamente abrochado el cinturón de seguridad para que el conductor pueda emprender la marcha, y en caso de que no sea así emite una señal visual y sonora.