La crianza de los hijos es estresante y puedes sentir que no paras ni un segundo en todo el día, ¡es más cansado que estar 8 horas trabajando fuera de casa! A menudo no es como correr una maratón, es como correr hasta que mueres. Por lo tanto, existe una tendencia natural a mirar alrededor cuando las cosas están (finalmente) tranquilas y pensar: “Nada está ardiendo. De acuerdo, la vida es buena conmigo”.
Pero esto puede ser como estar de pie en una mina de carbón ignorando a los miles de canarios muertos. Por lo general, las emociones preceden a los arrebatos. Por lo tanto, notar las emociones del niño temprano, y no solo el mal comportamiento resultante, es crítico.
Presta atención a las tormentas emocionales
«No portarse mal» no significa «no molestes». Cuando un cónyuge pasivo-agresivo se cruza de brazos, frunce el ceño y dice: «Estoy bien», al menos sabes que definitivamente no está bien. Es posible que los niños ni siquiera entiendan lo que sienten o cómo expresarlo mejor. Por lo tanto, estar atento y darse cuenta temprano puede evitar graves conflictos en casa.
Pero el problema que muchos padres tienen aquí es darse cuenta de sus propias emociones. Si un padre o una madre no es consciente de sus sentimientos y estados de ánimo, tendrá problemas para darse cuenta y relacionarse con los de los demás.
Conciencia emocional
Para que los padres sientan lo que sienten sus hijos, deben ser conscientes de las emociones, primero en sí mismos y luego en sus hijos… La conciencia emocional simplemente significa que reconoces cuando estás sintiendo una emoción, puedes identificar tus sentimientos, y eres sensible a la presencia de emociones en otras personas.
No tengas miedo de mostrar emociones frente a tus hijos. Incluso la ira (siempre que se exprese de manera respetuosa y constructiva) tiene su sitio en la familia. Si los padres evitan mostrar sentimientos, entonces los niños pueden aprender «Mamá y papá no tienen estas emociones y yo tampoco debería”.
Conversar sobre las emociones y buscar soluciones es mucho mejor que nunca tener en cuenta esto. Los niños necesitan un modelo a seguir no solo para los valores, sino también para los sentimientos.
No ocultes tus emociones
Esas mamás y papás pueden tratar de compensar su miedo a perder el control siendo «super padres», ocultando sus emociones a sus hijos … La ironía es que al ocultar sus emociones, estos padres pueden estar criando jóvenes que son aún menos capaces de manejar emociones negativas de lo que hubieran sido si sus padres hubieran aprendido a dejar que sus sentimientos se mostraran de una manera no abusiva.
Eso es porque los niños crecen emocionalmente distantes de sus padres. Además, los niños tienen un modelo a seguir menos para enseñarles cómo manejar las emociones difíciles de manera efectiva. Proteger a los niños de situaciones emocionales y luego enviarlos al mundo es como enviar a un atleta a los Juegos Olímpicos sin entrenamiento. Los niños necesitan esos momentos para aprender a regular sus sentimientos.