No falta mucho para que llegue San Valentín, los escasos días que nos separan hasta el 14 de febrero son sin duda un momento idóneo para ir pensando ya en la cena y en esa noche romántica con nuestra pareja. Y no solo eso, los psicólogos nos dicen que puede ser también una excusa perfecta para reflexionar sobre el estado de la relación, y nuestra felicidad.
Bien es cierto que no todo el mundo otorga la misma importancia a esta fecha, el componente comercial está ahí y en ocasiones, hasta nos sentimos «obligados» a hacer ese regalo o tener un detalle con nuestra pareja. Pero dejando a un lado los convencionalismos materiales, San Valentín se alza como una oportunidad excelente para abrir nuestro corazón y reforzar la complicidad con la persona que amamos. Y la cena será un momento perfecto para estrechar el vínculo y dar una lectura emocional sobre la relación.
¿Por qué es importante San Valentín?
Podríamos decir que cualquier oportunidad es buena para tener una cita especial con nuestra pareja, que pequeñas excusas propician a menudo excelentes instantes de intimidad con la persona que amamos. Pero vayamos un poco más allá: se trata de un día en el cuál se exalta el valor de las relaciones, y en esencia, la importancia de amar y ser amado. Celebrarlo es pues algo muy recomendable por las dimensiones que seguidamente te indicamos:
1. San Valentín es una fecha muy propicia para poner en práctica la introspección. Basta con mirar hacia nosotras mismas valorando en qué momento nos encontramos. Pregúntate si estás realmente dónde deseas estar, y si lo vivido hasta el momento ha merecido la pena. En una relación ambas partes deben enriquecerse mutuamente, de ahí que en algunas ocasiones puedan aparecer descompensaciones de las que no somos del todo conscientes. ¿Cómo está mi autoestima, estoy satisfecha conmigo misma? ¿Soy feliz? Es necesario que te plantees estas cuestiones en primera persona.
2. Reflexionar con nuestra pareja: Una vez hemos realizado nuestra propia valoración sobre la situación en la que nos encontramos, esta cita en San Valentín es una oportunidad más que excelente para hablar de lo vivido y de plantear propósitos de futuro. Es esencial que hablemos de nuestros sentimientos con normalidad, el amor es una compleja dimensión dónde se entremezclan muchas sensaciones y emociones. Expresa tu felicidad, pero también tus necesidades sin miedo a utilizar la primera persona: «Yo siento qué…» o «Yo necesito qué…». Importante además que establezcáis una escucha activa y constructiva.
3. Una noche de complicidad:Cuando una pareja se habitúa a la rutina corre el peligro de que la relación se estanque. Siempre es bueno introducir pequeñas novedades y experiencias que compartir los dos juntos. En ocasiones la rutina del día a día nos va volviendo predecibles: el trabajo, la casa, los estudios, los niños…sabemos cómo va a reaccionar el otro en cada momento, adentrándonos sin querer en un círculo carente de emoción. ¿Por qué no hacer algo diferente de vez en cuando? San Valentín es una fecha muy acertada para realizar algo fuera de lo normal que nos permite aportar un toque de ilusión y novedad.
Consejos para una noche perfecta en San Valentín
Puede que os seduzca la idea de celebrar una cena en un restaurante. Nosotros, desde Bezzia, te recomendamos que este San Valentín lo celebréis los dos solos en casa. Además de ahorrar nos permitiremos estar en soledad con nuestra pareja, disfrutando tranquilamente de la cena, las miradas y las caricias.
Cocinar juntos siempre es una buena idea, uno puede ocuparse de los entrantes y el postre y otro del plato principal, por ejemplo. Pero debemos planear con un par de días de antelación cuál va a ser el menú de esa noche. Te ofrecemos unos consejos:
1. Juega con los colores. Es un aspecto muy interesante. Los alimentos con tonalidades rojas, rosas y negras dotan de un atractivo muy excitante nuestros platos. Una salsa de arándanos o de frambuesas con carne es una opción adecuada que podéis valorar entre ambos.
2. Afrodisíacos. Una opción interesante es sin duda elegir alimentos afrodisíacos con beneficios nutricionales que tienden a cuidar y a aumentar nuestra libido. Pero recuerda siempre que el cerebro es el mejor estimulante de todos. Las ostras aumentan la fertilidad, así como algunas verduras: la calabaza, la alcachofa y la cebolla…son unos tónicos sexuales bastante reputados. Como postre cualquier fruta, helado o dulce aderezado con canela y el jengibre, son unos aliados perfectos para estimular nuestra circulación sanguínea propiciando la excitación sexual.
3. Cuida la presentación: Un aspecto sin duda imprescindible. Para ello, intenta crear un ambiente adecuado donde cada elemento sea importante: la luz, la separación de las sillas para estar frente a frente, la disposición de los vasos, el perfume del salón (la fragancia de vainilla es otro buen estimulante, por ejemplo), una música significativa para los dos…
No te obsesiones en que cada detalle luzca perfecto y exquisito, permite que la espontaneidad también tenga su presencia durante la cena, ya que al fin y al cabo es lo más importante. San Valentín es solo una excusa, un regalo que os hacéis entre ambos para renovar vuestro vínculo con un poco de originalidad y fantasía. El placer de la comida, la magia de las miradas, las caricias, y la sinceridad de vuestro diálogo encenderá poco a poco esa seducción natural entre ambos. Para conseguir que sea inolvidable solo requiere la ayuda de unos pequeños detalles con los que disfrutar, una buena cena, unas risas, anécdotas que recordar, planes de futuro que establecer y la sencilla comodidad de estar al lado de la persona que amamos. Ese compañero con el cuál nos sentimos plenamente felices.