Seguramente hayas escuchado hablar de los electrolitos, te sonará que son unas sustancias importantes para el cuerpo humano y para que nuestro organismo funcione correctamente, sin embargo, ¿sabes realmente de dónde provienen?, ¿cómo los podemos conseguir?, ¿y para qué sirven? Sigue leyendo, que te lo contamos a continuación.
Los electrolitos, afectan a nuestro cuerpo de muchas maneras, los perdemos mediante el sudor y si no los recuperamos de manera saludable, podríamos sentirnos mal.
Estos electrolitos, están presentes en la sangre y otros líquidos de nuestro organismo que son portadores de carga eléctrica. Afectan a nuestro cuerpo de varias maneras: la cantidad de agua que tenemos en el cuerpo, la acbidez (pH), la actividad de los músculos y otros tantos procesos importantes.
Estos electrolitos los perdemos cuando sudamos, y se deben reponer tomando líquidos que los contengan. El agua por ejemplo, nos sacia pero no nos ayuda a recuperarlos, los electrólitos más comunes que encontramos son
- El calcio.
- Cloruro.
- Magnesio.
- Fósforo.
- Potasio.
- Sodio.
Estos electrolitos, se dividen en ácidos, bases o sales. Además, se pueden contabilizar y medir de manera independiente y por separado, tanto el calcio, como el sodio y el potasio mediante pruebas metabólicas básicas, además, también podemos conocer los niveles de calcio, cloruro, potasio y sodio mediante un examen de orina.
¿Qué son los electrólitos?
Estos electrolitos son sustancias del cuerpo humano que tienen la capacidad de contener carga eléctrica. Son fundamentales para el buen funcionamiento del organismo, se pierden y debemos ser conscientes de su reposición.
Son los deportistas los que están más familiarizados con la existencia de los electrolitos, son sustancias minerales que se hallan en la sangre y en otros líquidos del organismo, como el interior de las células, la particularidad es que estas sustancias pueden disolverse en el agua y conducir electricidad.
Valores normales de los electrolitos más comunes
Como avanzábamos, los electrolitos más comunes que encontramos en el organismo son el calcio, sodio, fósforo, magnesio, cloro, magnesio y potasio. Y para cada uno de ellos encontramos unos niveles que consideramos normales para conocer cómo nos encontramos en términos de salud.
- Para el potasio, los niveles deben oscilar entre 3,5 y 5,3 mEq/L.
- El sodio debe encontrarse entre 136-145 mEq/L.
- El cloro, se debe situar entre 97-107 mEq/L.
Desequilibrio en los electrolitos, ¿qué lo provoca?
El balance de los electrolitos puede variar dentro del organismo por diferentes causas, no siempre tenemos los electrolitos en los valores normales, a continuación os contamos por qué puede aparecer este desequilibrio.
- Cambios hormonales.
- Enfermedades de los órganos como riñones o hígado. Si no funcionan correctamente las sustancias se eliminan sin medida.
- Medicación: corticoides, quimioterapia en pastilla, diuréticos.
- Deshidratación, perdemos no sólo agua sino sales y minerales.
- Síndrome de malabsorción.
- Enfermedades endocrinas: diabetes, hipotiroidismo.
- Quimioterapia.
¿Qué sucede si tenemos desequilibrio en los electrolitos?
Las alteraciones en los electrolitos en muchas ocasiones se producen de manera puntual y no nos produce ningún mal, sin embargo, si no se corrigen a tiempo y no se reponen, podremos tener consecuencias a largo plazo.
Si no tenemos suficiente calcio, podríamos tener hipbocalcemia y si tenemos demasiado calcio, hipercalcemia. En el caso de la hipocalcemia en las mujeres, provocaría un aumento en el riesgo de sufrir osteoporosis, y en el caso contrario, cálculos en el riñón por ese exceso.
En cuanto al calcio, la hiponatremia sucede cuando tenemos bajos niveles de sodio, y la hipernatremia, cuando estos valores son más elevados de lo habitual, que podría ocasionarnos irritabilidad y confusión.
Por último, el potasio puede que sea el electrolito más importante, ya que nos produce mayor urgencia. Los miocardiocitos, son necesarios para que las células del músculo cardíaco funcione correctamente. Si nos falta potasio, podríamos sufrir arritmias, en el caso contrario, si nos excedemos con el potasio, podríamos sufrir una insuficiencia renal.
Fuentes de electrolitos
Aunque ya lo hemos ido avanzando, es importante conocer de dónde podemos recoger los electrolitos desde nuestra dieta.
- Calcio: peces, sardinas, espinacas o almendras.
- Fósforo: almendras, nueces, carnes magras, huevo.
- Sodio: remolacha, apio, aceitunas, tomate.
- Magnesio: verduras de hoja verde, pescado, frutos secos.
- Potasio: vegetales hoja verde, plátanos y cítricos.