El principio 90/10, originado por el famoso autor Stephen Covey, es una poderosa herramienta psicológica que puede transformar nuestra perspectiva de vida y cómo enfrentamos las adversidades cotidianas. Este principio no solo tiene aplicaciones prácticas, sino que también plantea una reflexión profunda sobre nuestra forma de reaccionar ante los eventos de la vida y el impacto que dichas reacciones tienen en nuestro bienestar. A lo largo de este artículo, exploraremos detalladamente qué es este principio, cómo se aplica y qué beneficios podemos obtener al integrarlo en nuestra vida diaria.
¿Qué es el principio 90/10?
En esencia, el principio 90/10 afirma que el 10% de las cosas que suceden en nuestra vida están fuera de nuestro control; son eventos inevitables como problemas de tráfico, caídas accidentales o cambios en el clima. Por otro lado, el 90% de lo que experimentamos depende de cómo reaccionamos ante ese 10%. Es decir, la mayor parte de nuestras vivencias son el resultado directo de nuestra actitud y comportamiento frente a las circunstancias inevitables.
Este concepto no busca minimizar los problemas o ignorar las adversidades, sino hacer énfasis en que nuestro poder reside en nuestras reacciones. Cuando tomamos conciencia de esto, podemos aprender a manejar nuestras emociones y no dejarnos llevar por impulsos que podrían intensificar los problemas iniciales.
Imagina que…
Para comprender mejor el principio, vamos a ilustrarlo con un ejemplo práctico:
Es una mañana tranquila en casa y estás preparando el desayuno con tu familia. De repente, tu hijo/a accidentalmente derrama café sobre tus pantalones. Te enfureces, le gritas y criticas a tu pareja por no ser más cuidadosa con la taza. En medio del caos, dejas el desayuno sin terminar y, mientras te cambias de ropa, el ambiente en casa se llena de tensión. Tu hijo sigue llorando y tu pareja, molesta, decide no despedirse antes de irse al trabajo.
Como resultado del mal ambiente, llegas tarde al trabajo, olvidando documentos importantes en casa y con una actitud tensa que afecta tu rendimiento. Al final del día, regresas agotado y el malestar entre todos persiste.
¿Qué salió mal?
Ante esta situación, muchas personas atribuirían el mal día al evento inicial: el derrame del café. Sin embargo, según el principio 90/10, la causa principal fue tu reacción impulsiva ante un incidente que, en sí mismo, no tenía mayor gravedad. Si hubieras tomado unos segundos para calmarte y responder de manera serena, tu día podría haber seguido con normalidad.
Esto nos lleva al punto clave del principio: no podemos controlar lo que sucede, pero sí podemos controlar nuestra respuesta. Aprender a responder con calma y serenidad nos ayuda a evitar empeorar situaciones y nos permite abordar las dificultades de manera más efectiva.
Aplicaciones prácticas del principio 90/10
El principio 90/10 no solo es aplicable a escenarios domésticos, sino también a diversas áreas de nuestra vida. Veamos algunas de las situaciones más comunes donde podemos implementarlo:
- Tráfico pesado: En lugar de frustrarte o enojarte por un atasco, puedes aprovechar ese tiempo para escuchar música relajante o un audiolibro.
- Errores en el trabajo: Si cometes un error, no te castigues. Aprende de la situación y encuentra formas de corregirlo y evitarlo en el futuro.
- Interacciones difíciles: Si alguien tiene una actitud negativa hacia ti, recuerda que no puedes controlar su comportamiento, pero sí cómo reaccionas ante él.
La importancia de la autoconciencia
Para aplicar el principio 90/10, es fundamental desarrollar autoconciencia emocional. Esto implica ser capaces de identificar nuestras emociones antes de reaccionar impulsivamente. Al hacerlo, podemos tomar una pausa para evaluar la situación y decidir la mejor forma de responder.
Una técnica útil para fomentar la autoconciencia es practicar la atención plena. Esta práctica nos ayuda a mantenernos presentes en el momento, reduciendo la probabilidad de que reaccionemos de manera automática ante los eventos desencadenantes. Contar hasta diez, respirar profundamente o incluso salir del lugar por unos minutos pueden marcar una gran diferencia en cómo manejamos una situación desafiante.
Beneficios de aplicar el principio 90/10
Adoptar este principio en nuestra vida diaria puede traer una serie de beneficios, tanto a nivel personal como profesional:
- Reducción del estrés: Al aprender a manejar nuestras reacciones, disminuye la tensión emocional frente a eventos inesperados.
- Mejoras en las relaciones: Al evitar respuestas impulsivas, promovemos un ambiente más armonioso con las personas que nos rodean.
- Mayor resiliencia: La capacidad de adaptarnos y responder positivamente a los desafíos nos fortalece emocionalmente.
- Mayor control sobre nuestra vida: Reconocer nuestra responsabilidad en el 90% de nuestras experiencias nos empodera para tomar decisiones más conscientes.
Consejos para implementar el principio 90/10
Si estás pensando en aplicar este principio en tu vida, aquí tienes algunos consejos útiles:
- Reflexiona: Después de un día complicado, revisa cómo reaccionaste y si podrías haber actuado de manera diferente.
- Identifica patrones: Presta atención a las situaciones que tienden a desencadenar reacciones negativas y busca formas de manejarlas mejor.
- Practica la empatía: Intentar entender las intenciones de otros puede reducir el impacto emocional de sus acciones en ti.
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A medida que integramos este principio en nuestras conductas diarias, descubrimos que no solo mejora nuestro bienestar personal, sino también nuestra capacidad para influir positivamente en nuestro entorno. Esta transformación, aunque no siempre es sencilla, puede marcar el comienzo de una vida más equilibrada y satisfactoria.