El risotto de guisantes es una receta tradicional italiana con orígenes en la región del Véneto, conocida allí como risi e bisi. Este plato cremoso y reconfortante es ideal para disfrutar como un primer plato o incluso como un plato principal en una comida especial. Aunque nuestra versión es sencilla, esto no significa que pierda autenticidad o sabor, pues sigue bases culinarias que garantizan un resultado delicioso. Prepárate para aprender todos los detalles de esta receta y sus secretos para conseguir ese inconfundible toque meloso que caracteriza al risotto.
A continuación, encontrarás los ingredientes necesarios, el paso a paso y consejos adicionales que enriquecerán aún más esta preparación. Además, descubrirás curiosidades sobre su historia y variantes que podrás experimentar en casa.
Historia y tradición del risotto de guisantes
El plato risi e bisi tiene una relevancia histórica interesante. Tradicionalmente se preparaba en Venecia durante el Día de San Marcos, el 25 de abril, y se ofrecía al Doge de la ciudad como símbolo de la primavera. Este plato, aunque humilde en su composición, era visto como un manjar digno de ser servido en eventos especiales y se consideraba una combinación perfecta entre los productos frescos de la tierra y la técnica culinaria refinada que caracteriza a la cocina italiana.
La receta original, que emplea guisantes frescos y arroz cocinado con un caldo ligero elaborado con las vainas de los guisantes, aún mantiene su esencia en las versiones modernas. Sin embargo, las adaptaciones han permitido incluir ingredientes como panceta, queso parmesano o incluso vino blanco para potenciar el sabor.
Ingredientes necesarios para 2 personas
- 100 g de arroz (preferiblemente de la variedad Arborio o Carnaroli).
- 100 g de guisantes frescos o congelados.
- 20 g de mantequilla (divididos en dos partes).
- 30 g de queso parmesano rallado (más un poco extra para espolvorear).
- 1 cebolla blanca pequeña, finamente picada.
- 1/2 litro de caldo de verduras caliente.
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra al gusto.
Consejo adicional: Para replicar la receta tradicional veneciana puedes utilizar caldo elaborado con las vainas de los guisantes, lo que aportará un sabor más intenso y auténtico.
Paso a paso para preparar el risotto de guisantes
- Preparación de la crema de guisantes: Coloca la mitad de los guisantes, 10 g de mantequilla y el queso rallado en el vaso de la batidora. Añade una pizca de sal y pimienta, y tritura hasta obtener una pasta homogénea. Reserva esta mezcla, pues será clave para proporcionar la textura cremosa al risotto.
- Sofríe la cebolla: En una sartén grande, añade el aceite de oliva y el resto de la mantequilla. A fuego medio, sofríe la cebolla durante unos 10 minutos, removiendo regularmente para evitar que se dore en exceso. Esto garantizará un sabor dulce y suave.
- Tuesta el arroz: Añade el arroz a la sartén con la cebolla. Remueve constantemente durante un par de minutos a fuego fuerte, asegurándote de que los granos se impregnen bien de la grasa y queden ligeramente translúcidos.
- Inicia la cocción con el caldo: Vierte dos cazos de caldo caliente sobre el arroz y remueve suavemente. Cocina a fuego medio, permitiendo que el líquido se absorba antes de añadir más caldo. Continúa este proceso durante aproximadamente 15 minutos.
- Incorpora los guisantes: Agrega el resto de los guisantes al arroz junto con otro cazo de caldo. Cocina durante unos minutos más hasta que el arroz esté casi en su punto.
- La fase de mantecatura: Retira la sartén del fuego e incorpora la crema de guisantes reservada. Mezcla vigorosamente para integrar bien los sabores y aportar la cremosidad característica del risotto.
- Sirve mientras está caliente: Sirve inmediatamente espolvoreando un poco de queso parmesano rallado extra por encima. Si quieres dar un toque gourmet, añade unas hojas de menta fresca o ralladura de limón para aromatizar el plato.
Trucos y consejos para un risotto perfecto
Lograr un risotto perfecto requiere paciencia y atención al detalle. Aquí tienes algunos consejos adicionales para superar las expectativas:
- Elige el arroz adecuado: Las variedades Arborio y Carnaroli son ideales por su alto contenido de almidón, lo que asegura la textura cremosa del plato. Si no dispones de estas variedades, puedes usar arroz redondo, aunque los resultados no serán exactamente los mismos.
- Caldo siempre caliente: Es imprescindible que el caldo esté a una temperatura constante para evitar alterar la cocción del arroz.
- Nunca dejes de remover: Este paso ayuda a liberar el almidón del arroz, garantizando la cremosidad del risotto.
- Experimenta con ingredientes: Puedes personalizar tu risotto añadiendo panceta crujiente, champiñones o incluso gambas para un plato más sustancioso.
Variantes del risotto de guisantes
Aunque esta receta es deliciosa tal y como está, existen numerosas variaciones que puedes explorar:
- Risotto de guisantes y limón: Añade un chorrito de zumo de limón y ralladura al final para un toque fresco.
- Risotto con guisantes y menta: Además de los guisantes, incorpora hojas de menta fresca para una versión aromática.
- Risotto con queso de cabra y guisantes: Sustituye el parmesano por queso de cabra desmenuzado para un sabor más intenso.
El risotto de guisantes es una receta versátil que, además de transportarnos a la tradición culinaria italiana, permite explorar nuestra creatividad en la cocina. Disfrútala en reuniones familiares o como un deleite personal en cualquier ocasión.