La fascitis plantar aparece cuando la zona de la fascia, o el tejido inferior del pie, se inflama. Se extiende desde el talón hasta la conocida como bola del pie, por lo que podemos decir que forma una zona o banda que recubre el pie para poder darle forma y mantener su tensión. Algo que en ocasiones se debilita y da ciertos problemas.
Es por ello que el recurrir a un médico es uno de los pasos que debemos dar, pero no sin antes también conocer los remedios para poder aliviar la fascitis plantar de un modo casero. Notarás los cambios en poco tiempo y son realmente económicos a la par que sencillos. ¡No debes de perdértelos!
Cuáles son las causas de la fascitis plantar
Puede haber varias causas que nos llevan a hablar de fascitis plantar. Por ejemplo, una actividad que sea repetitiva como dar golpes en esta zona ya sea por correr o bailar, sobre todo cuando lo hacemos en superficies duras y sin un calzado adecuado. Claro que por otro lado, el estar mucho tiempo de pie también conseguiremos que esta zona tiende a inflamarse, al igual que si no usamos un calzado correcto. Si a estas causas le sumamos el sobrepeso o los pies planos, entonces todavía se pronunciará más el problema. El dolor será la causa determinante de que algo ocurre en dicha zona. Aunque en ocasiones se puede extender ligeramente hacia la parte de los tobillos.
Vinagre de manzana y agua caliente
También contra la inflamación, el vinagre de manzana es una de las mejores opciones. Pero eso sí, no viene solo porque debemos combinar un vaso del vinagre en un cubo amplio con agua templada. En esta mezcla debemos introducir los pies y esperar a que se enfríe del todo, alrededor de unos 15 minutos o un poco más. Notarás también un buen alivio.
Remedios caseros: Aplicación de hielo
Es cierto que cuando este dolor comienza, lo mejor es acudir al médico. Ya que él nos puede hacer un diagnóstico más acertado y por lo tanto dar antes con el problema pero también con la solución. Pero también contamos con los remedios caseros que nos ayudan en gran medida. En este caso será la aplicación de hielo. Pero recuerda que nunca lo harás directamente en la piel, sino que podrás colocar una bolsa o un trapo entre medias. Podrás aplicarlo durante unos 10 minutos y un par de veces al día. Desde luego, el frío es quien dice adiós a la inflamación y por consiguiente, también al dolor.
Elige unos buenos zapatos
Es primordial para nuestra salud, porque elegir un buen calzado hará que nuestro pie pueda descansar mucho más y mejor. Así que, se aconsejan los zapatos bajos y que tengan una buena amortiguación. Si no los encuentras te ayudarán las plantillas porque van a estabilizar más cada pisada. Si tenemos un calzado sea deportivo o no y con él nos sentimos cómodos pero están un tanto desgastados, es mejor que no los uses. Porque al final estaremos haciendo que el problema crezca en lugar de todo lo contrario.
Masajes
Siempre que tenemos dolor, unos masajes bien hechos pueden ser la solución para combatir el problema. Ya que dejarán atrás todo tipo de tensiones y desde luego, también el dolor. Serán las yemas de los dedos quienes nos ayuden a presionar ligeramente por toda la zona. Puedes acompañarte de unas gotitas de aceites esenciales.
Aplicación de calor
Antes mencionamos el frío, pero es cierto que no va bien a todas las personas. En otros casos, el calor es quien se encarga de relajar los músculos y por ello, también debemos tenerlo en cuenta. Puedes llenar una bolsa de agua caliente que ya están destinadas para este fin. Cuando no esté demasiado caliente, la aplicarás en la zona afectada esperando a que se enfríe que será cuando la puedas retirar. Con este simple gesto eliminarás la tensión de la zona y será todo un gran alivio.