Si has decidido empezar a correr para mejorar tu salud y tu físico, has elegido uno de los mejores entrenamientos para principiantes. Ahora bien, correr no es nada fácil, no consiste en plantarse unas zapatillas deportivas, la mejor y más moderna equipación y lanzarse a las calles. Si nunca antes has corrido, es muy importante que tengas en cuenta ciertos consejos para principiantes.
Lo primero y más importante es evitar lesiones, porque una mala elección puede costarte mucho tiempo de parón y eso es lo último que se necesita. Prepararte tanto físicamente como mentalmente antes de empezar a practicar ejercicio es fundamental, porque es muy fácil y muy común perder la motivación a la primera complicación. Y empezar a correr, no resulta tan sencillo como pueda parecer.
Cómo empezar a correr
Para empezar a correr y hacerlo bien hay que empezar poco a poco. No intentes salir el primer día con la intención de correr 30 minutos, porque es muy probable que vuelvas frustrada y desmotivada. Empieza por pequeños intervalos, combina el tiempo de carrera con el de marcha rápida y ve aumentando el tiempo a medida que el cuerpo y la forma física te lo permita.
Toma nota de los siguientes consejos para empezar a correr y hacerlo bien:
- A pequeños intervalos: Empieza calentando con marcha rápida durante unos minutos y ve intercalando 2 minutos de carrera con 2 minutos de marcha. A medida que cojas ritmo podrás ampliar los minutos de carrera, hasta que llegue el momento en el que no necesites intercalar con marcha.
- No corras muy rápido: La mejor manera de mantener la marcha es correr siempre a un mismo ritmo, pero al empezar no intentes ir demasiado rápido. Lo único que conseguirás es cansarte antes y tener más agujetas al día siguiente.
- Días de descanso: Si nunca has corrido y tu cuerpo no está acostumbrado al ejercicio, es necesario darle un tiempo de adaptación. Por muy motivada que te sientas, sal a correr en días alternos para dejar que tu cuerpo se recupere y se adapte a la actividad física.
- A pasos cortos: Esas zancadas enormes que se ven en los corredores de fondo son preciosas y deseables para todos los que empiezan a correr. Pero si te fijas, los corredores de maratones no empiezan con un ritmo muy fuerte, sino que correr con pasos cortos y una marcha continuada. Esta es la clave para lograr una buena técnica. Pasos cortos, con el cuerpo relajado y controlando la respiración.
- Elije bien la zona donde empezar a correr: Para empezar a correr y evitar lesiones debes buscar bien el suelo donde lo vas a hacer. Si estás en buena forma o no tienes sobrepeso, el asfalto es una buena elección porque no suele tener irregularidades. Pero para las personas con mucho peso o en baja forma, aumenta el riesgo de dañar las articulaciones, por lo que en este caso lo mejor es una zona de albero o tierra.
- Evitar el flato: Al empezar a correr es muy frecuente encontrarse con un obstáculo tan común como el flato. Para evitarlo, lo que recomiendan los especialistas es no comer sólidos en las dos horas previas a la hora de salir a correr, además de tomar agua en pequeños sorbos. Si te da el flato no te fuerces, sigue caminando y respirando hasta que el dolor pase por completo.
A tu ritmo, no te compares
Convertir el deporte en un hábito es la mejor manera de mantener tu cuerpo saludable y en forma. Correr es un deporte fantástico, porque la sensación de bienestar que se consigue al terminar es difícil de comparar. Pero querer compararte con otras personas es sin duda un error que debes evitar. Cada persona es diferente, cada cuerpo es distinto y cada uno tiene sus ritmos.
No intentes seguir el ritmo de otras personas, ni quieras imitar su técnica o el tiempo que invierte en la carrera. Escucha a tu propio cuerpo y sigue tu instinto. Empezar a correr es algo muy beneficioso que debes hacer por ti, para ti y con toda la motivación por encontrar la mejor versión de ti misma.