Es posible que tu hija tenga malas amigas, un escenario común en los grupos de amistad. Siempre habrá personas que aportan cosas positivas y otras que pueden influir de manera negativa. Ayudar a tu hija a identificar y gestionar estas amistades es una tarea crucial para su desarrollo emocional y social. En este artículo, descubrirás cómo apoyarla en este proceso con consejos prácticos y estrategias efectivas.
Mantener una buena conversación
El primer paso es establecer una comunicación abierta y honesta con tu hija. Hablar sobre cómo identificar y reaccionar ante conductas negativas es esencial. Enséñale que quedarse callada o permitir actitudes tóxicas puede interpretarse como una aceptación tácita de ese comportamiento.
Anímala a expresar sus emociones cuando sienta que una amiga ha cruzado un límite. Si en algún momento no se siente lo suficientemente fuerte como para confrontar a esa persona, enséñale a priorizar su bienestar alejándose de esas relaciones.
Además, explícale que las malas influencias pierden poder cuando no tienen la atención de una audiencia. Así también, recuérdale la importancia de compartir sus problemas con un adulto en quien confíe. Detener comportamientos dañinos, ya sean emocionales o físicos, requiere de apoyo externo.
Informar a un adulto
Muchas veces, los niños y adolescentes creen que deben manejar los conflictos por sí mismos, pero esto puede llevarlos al aislamiento emocional. Como madre o padre, es vital que le hagas saber a tu hija que no está sola y que cuenta contigo o con otros adultos de confianza para abordar cualquier problema. Establece un compromiso firme de apoyo incondicional.
Asegúrate de que sepa que al compartir sus problemas contigo, no solo encontrará consuelo, sino también herramientas para enfrentarlos de la manera más saludable posible. Evitar juzgarla es clave para que se sienta cómoda comunicándose abiertamente.
Buscar otro grupo de amigos
Si las amistades actuales de tu hija la hacen sentir mal o no la respetan, es momento de animarla a buscar conexiones más positivas. Este proceso puede ser emocionalmente doloroso porque implica aceptar que alguien que parecía ser una buena amiga no lo es. Sin embargo, es una lección importante sobre la naturaleza cambiante de las relaciones humanas.
Habla con tu hija sobre cómo identificar patrones de comportamientos tóxicos, tales como críticas constantes, manipulación emocional o exclusión intencionada. También, fomenta la idea de que abrirse a nuevas experiencias y conocer personas diferentes puede ser una solución enriquecedora.
Existen múltiples contextos sociales donde puede ampliar su círculo de amistades: actividades extraescolares, deportes o voluntariados. Estos espacios no solo le permitirán interactuar con personas con valores afines, sino también fortalecer su autoestima.
Cambiar el enfoque de la escuela
Cuando una relación de amistad tóxica afecta a tu hija, es común que se distraiga de sus responsabilidades académicas. Reorientar su atención hacia actividades productivas puede ser un excelente mecanismo para recuperar su equilibrio emocional.
Controla el uso de redes sociales y dispositivos electrónicos, pero no como una prohibición, sino como un incentivo para fomentar actividades más positivas. Anímala a dedicar su tiempo a actividades educativas o deportivas que no solo distraigan su mente, sino que también le ayuden a descubrir nuevas pasiones y habilidades.
Escucharla sin interrumpir ni juzgar sus decisiones es crucial para mejorar su capacidad de comunicación. También, ayúdala a darse cuenta de que no debería permitir que los problemas derivados de una amistad la limiten o dominen otros aspectos importantes de su vida.
Detectar relaciones tóxicas y manejar sus emociones
Las relaciones tóxicas no siempre son fáciles de identificar para los adolescentes. Este tipo de dinámicas a menudo incluye manipulación, falta de respeto o incluso humillaciones sutiles. Por eso, es fundamental dotar a tu hija de las herramientas necesarias para analizar cómo las acciones de sus amigas afectan su felicidad.
Reflexiona con ella sobre cómo las relaciones positivas fomentan una autoestima saludable; por ejemplo, haciéndola sentir apoyada y valorada. En contraste, explícale cómo las relaciones negativas pueden desgastarla y, eventualmente, aislarla de quienes realmente se preocupan por ella.
Usa ejemplos concretos como historias, películas o libros que puedan transmitir mensajes sobre la importancia de priorizar amistades sanas. Esto puede facilitar que tu hija reconozca los patrones en su círculo social.
Fortalecer su autoestima
Las amistades inadecuadas pueden impactar la confianza de tu hija. Por esto, es esencial trabajar en reforzar su autoestima mostrándole su valor y animándola a practicar la autocompasión. Cuando una persona se valora a sí misma, es menos probable que tolere comportamientos abusivos o actitudes despectivas.
Alentar actividades en las que pueda destacar por sus talentos también puede ser útil. Inscribirla en un curso de teatro, cocina o arte, por ejemplo, puede ayudarla a mejorar su percepción de sí misma y a descubrir nuevas facetas de su personalidad.
Ayudar a tu hija a lidiar con malas amistades no solo fortalecerá vuestra relación, sino que también le enseñará herramientas útiles para enfrentarse a desafíos en el futuro. La presencia y guía de un adulto comprensivo puede marcar una diferencia fundamental en cómo navega por las complejidades de sus relaciones sociales.
Mi hija de 13 desde que va con una niña va de mal en peor. Esta niña no esta bien educada por sus padres, no le ponen limites y esta hace lo que le da la gana, ni castigos ni nada , todo lo que pide se lo dan, mal comportamiento en la escuela, pasa de los estudios.
La conozco muy bien y a sus padres, he tratado con ellos bastante tuvimos relacion entre los padres de quedar hasta que me di cuenta y la corte porque ya notaba el cambio en mi hija, pero mi hija siguio quedando con la niña, aunque yo le aconseje que no.
Nuestra hija esta desafiante con nosotros , muestra rebeldia por querer hacer lo que hace su amiga , intenta imitarla e incluso satisfacerla en sus demandas sea lo que sea.
Hace poquito fueron pilladas robando en una tienda y tuvimos que acudir a dar la cara ante la policia.
Le pedimos la razon porque habia robado y nos conto que la prenda era para su amiga y mi hija la acompañaba y que su amiga tenia ese vicio, no era la primera vez.
Como consecuencia mi hija por supuesto se ha merecido un castigo y su amiga como si nada hubiera hecho mal.
Llevo tiempo diciendole que no le conviene, no es buen ejemplo y se esta dejando llevar por ella, que desde que se junta con ella hace cosas incorrectas y se esta metiendo en problemas, que sepa ella manejarlo y yo no tener que prohibirle ir con ella a la fuerza.
¿Que hacemos ahora ante esta situacion? ¿ Estamos haciendo lo correcto?
Gracias