Los problemas estomacales en los niños son bastante habituales. Según los datos que tiene la SEPEAP (acrónimo de Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria) se calcula que alrededor de 1 de cada 4 de los menores de 16 padecen en algún momento algún tipo de trastorno digestivo, y este puede tener diferentes causas.
En las siguientes líneas vamos a estudiar algunas de las causas más habituales que producen estos problemas.
Estreñimiento
El estreñimiento es común en niños pequeños y lo más habitual es que se relacione con etapas de adaptación, cómo puede ser la retirada del pañal o la incorporación al centro escolar. Todos estos hábitos afectan a su rutina y la conducta, por lo que pueden provocar estreñimiento.
La propia forma de actuar del niño afecta sobre este problema: por ejemplo, puede que sienta vergüenza al ir al baño si está fuera de casa.
Pero… ¿Qué se considera exactamente como estreñimiento? Podemos estipular que es cuando se hace menos de 3 deposiciones a la semana o si el niño presenta algún tipo de dolor debido a la presencia de heces duras.
Ante cualquier síntoma de alarma conviene actuar cuanto antes. Si no se hace, podrían producirse heridas u otros problemas de importancia.
Gastroenteritis viral
La gastroenteritis en niños es una infección que se da en los intestinos y que puede causar dolor en el abdomen, vómitos, náuseas, diarrea líquida e, incluso, hasta fiebre.
El principal causante de esta infección es un virus, y no es solo un virus el que la puede causar. El norovirus suele ser la causa más común de gastroenteritis.
Lo peor de todo es que estos seres tienen la capacidad de propagarse fácilmente entre personas, de ahí que las gastroenteritis sean tan contagiosas.
La mayoría de los casos de gastroenteritis viral tienen una duración de tan solo 1 semana y suelen mejorar por sí misma sin necesidad de tratamiento por parte de un médico. Sin embargo, habrá que prestar atención a los síntomas severos (por ejemplo, el niño podría llegar a deshidratarse si no se vigila).
La gastroenteritis viral provoca síntomas como diarrea y vómitos, lo que quiere decir que el organismo perderá líquidos. Es importante reemplazarlos o el afectado puede llegar a deshidratarse. Este problema es especialmente grave en niños, ya que podría provocar daños en los órganos.
Los niños, los bebés, los adultos mayores y aquellas personas que tienen el sistema inmunitario debilitado son los que más probabilidades tienen de padecer dicha enfermedad.
Infección por la bacteria Helicobacter Pylori
La bacteria Helicobacter Pylori reside en el estómago, produce síntomas muy habituales como ardor en el estómago, náuseas, pérdida del apetito, hinchazón, pérdida de peso involuntaria, eructos frecuentes, entre otras.
Lo cierto es que la mayoría de las personas infectadas nunca presentará síntomas ni signos y no se sabe muy bien el motivo; existe la creencia de que algunos individuos nacen con una resistencia mayor a los efectos de la bacteria.
También podría presentar úlceras estomacales, síntoma que puede afectar a más de la mitad de la población mundial. La forma de tratar estas infecciones es mediante antibióticos.
Dolor abdominal crónico
El dolor abdominal crónico forma parte de un grupo de patologías que puede ser desencadenado por una serie de factores. No siempre se le da al bullying la importancia que se merece; entre otras cosas, esta podría ser la causa que explique este tipo de dolor.
Este diagnóstico se confirmará cuando no existan otros indicios que puedan hacer sospechar que se trata de otra enfermedad, como migraña abdominal, dispepsia funcional o síndrome del intestino irritable.
Tras una inspección por parte del pediatra, el profesional no podrá encontrar una explicación al dolor que pueda cuadrar dentro de las enfermedades ya indicadas.
Enfermedad celiaca
Una enfermedad celíaca es un trastorno que tiene origen autoinmune en la que se producen daños en la mucosa de los intestinos si se consume gluten. El problema es que este componente está en la mayoría de los alimentos disponibles en el mercado, como es el caso de la cebada, trigo, centeno y sus derivados.
Lo más grave de todo es que muchos afectados todavía no tienen diagnóstico porque los síntomas que se aprecian no siempre son evidentes. Podríamos estar hablando de distensión abdominal, de heces alteradas, diarrea, entre otros. El gran problema de esta enfermedad es que el cuerpo no absorbe los nutrientes que necesita, por lo que podría llevar a un estancamiento de peso o a sufrir carencias importantes.
Si un niño es celíaco, tendrá que cambiar de estilo de vida para evitar cualquier tipo de intoxicación.
Estas son algunas de las enfermedades más habituales que causan problemas estomacales en niños.