Saber qué productos usar para curar una herida es muy importante para hacerlo bien. Porque si eliges mal el producto puedes causar más daño que beneficios. En cualquier momento puede hacerte falta saber cómo tratar una herida leve, porque es algo que se da con relativa frecuencia. Especialmente si tienes niños en casa o no tienes demasiada habilidad para controlar tu propio equilibrio.
Que eso es algo que nos pasa a muchas, no te sientas mal si tienes los brazos o las piernas llenas de moratones o si te puedes cortar hasta con el cuchillo de untar mantequilla. Algunas personas son muy habilidosas y nunca tienen accidentes y otras vivimos en constante tensión. En cualquier caso, a todo el mundo le viene bien tener algunos conocimientos de primeros auxilios.
Cómo curar una herida en casa de la forma correcta
Lo primero de todo es saber diferenciar una pequeña herida de una que no lo es. A veces nos hacemos heridas de mayor gravedad pero por miedo o por exceso de confianza, no acudimos a los servicios de urgencia para tratar la lesión correctamente. Esto puede acarrear muchas consecuencias a largo plazo, porque una herida mal curada puede infectarse y complicarse hasta puntos insospechados.
Una herida leve es toda aquella herida a simple vista superficial, arañazos, pequeños cortes, piel levantada por roces, quemaduras o golpes que causan hematoma. Si tu herida se ve muy profunda o si tienes un arañazo causado por un animal o un material peligroso como el hierro, debes acudir a los servicios médicos de urgencia. Ya no solo para que puedan curarte la herida de forma correcta, es que quizá debas ponerte alguna vacuna como la antitetánica.
Una vez valorada la situación y después de haber comprobado que se trata de una herida leve, puedes proceder a curar tu lesión en casa. A continuación te contamos los pasos para que puedas curar heridas comunes que suelen suceder en casa y cuáles son los productos que no deben faltar en el botiquín.
Pasos para curar una herida leve
Si la herida sangra, lo primero que hay que hacer es cortar la hemorragia. Para ello lo único que tienes que hacer es colocar una gasa limpia sobre la herida y hacer presión. Cuando la herida deje de sangrar hay que limpiarla, para ello se debe usar agua y una solución jabonosa suave, si no tienes un producto específico puedes usar un jabón de manos o baño, nunca detergente para la vajilla.
En el caso de que la herida sea algo profunda, debes utilizar otro producto para limpiarla. Preferiblemente será suero fisiológico y la forma de limpiar la herida será desde el centro hacia los lados. Después, tendremos que aplicar un producto antiséptico para evitar que la herida se infecte. Puedes utilizar una solución a base de povidona yodada, soluciones de clorhexidina o mercurocromo, incluso es válido el uso de agua oxigenada y alcohol, aunque pueden resultar más molestos al aplicarlos sobre la herida abierta.
Para terminar de curar la herida, tendremos que cubrirla para evitar infecciones o que la herida pueda volver a abrirse, lo que causaría que tarde más en curar y que pueda infectarse en el proceso. Solo tienes que colocar un apósito y cambiarlo con regularidad para que la herida esté siempre seca y limpia. Con estos pasos podrás curar una herida leve en casa, con los productos adecuados y de la forma correcta para evitar complicaciones.
Qué no puede faltar en un botiquín casero
Tener un botiquín en casa es fundamental, ya que en cualquier momento pueden ocurrir todo tipo de incidentes caseros. Para no tener que salir corriendo al médico o la farmacia, ni usar productos que pueden resultar perjudiciales, lo mejor es estar siempre preparada. Así que busca una caja bonita que te sirva de botiquín y prepara algunos productos esenciales.
Por ejemplo, imprescindible es tener gasas, algún producto antiséptico como yodo, apósitos de varios tamaños, suero fisiológico, agua oxigenada y alcohol. Con esos productos podrás curar una herida leve en casa sin problemas. Y recuerda, si la herida es compleja, acude al médico para que te curen de forma correcta.