Justo cuando menos lo esperas, y en el instante en que piensas que tu vida está en orden y que tienes todo lo que deseas, aparece otra persona. Es algo que no se programa, y que nadie desea cuando en la actualidad vive una relación estable y feliz.
Sin embargo, la vida, con sus extraños juegos del destino y casualidades, pone ante nosotros determinadas situaciones que nos obligan a replantearnos muchas cosas. Lo creamos o no, estos hechos son muy comunes, y puesto que estamos seguros de que te ha ocurrido en alguna ocasión, hoy en Bezzia te explicamos cuál sería la forma más adecuada de reaccionar.
Cuando aparece otra persona en nuestra vida… y somos tres
Si no tienes pareja, la situación es sencilla en teoría: ser valientes y arriesgarnos. Ahora bien, en el momento en que ya dispones de esa media naranja y de una estabilidad en tu vida, el tema se complica. Ya no somos dos, ya no somos tú y yo, puesto que en nuestra mente aparece otra persona que sin quererlo ni buscarlo, está rompiendo ese equilibrio.
No se trata de buscar culpables, tampoco debemos vernos como «malas personas» por sentir atracción o interés por alguien que no es nuestra pareja. Es natural: las emociones no se pueden controlar, al igual que la atracción física y esa sensación de que, de pronto, alguien despierta sensaciones y pensamientos inesperados en nosotros.
El amor no sabe de normas, y nadie se coloca «un cerrojo» en el corazón cuando establece un compromiso con otra persona. Por más que nos esforcemos, este tipo de situaciones son comunes. Ahora bien, por normales que sean, no quiere decir que debamos dejarlo todo. Es necesario actuar con calma, equilibrio y atender siempre nuestra autoestima y nuestra integridad.
¿Qué hace que nos sintamos atraídos por otra persona?
Sabemos que no es adecuado, y para muchas personas tampoco lógico. Sin embargo, ocurre con total naturalidad, y por lo tanto, hay que reconocerlo: el tener pareja no evita que podamos sentirnos atraídos también por otra persona.
Ahora bien, ¿por qué ocurre?
- Te sorprenderá saber que según un estudio llevado a cabo por las universidades de Columbia, Indiana, Kentucky y Lexington, más del 70% de las personas de entre 19 y 56 años han experimentado esta sensación alguna vez en su vida. Esto demuestra cuán común es este fenómeno.
- Gran parte de las personas viven esta situación al cabo de los años de mantener una relación estable. Es decir, a partir de los 3 años, puede ocurrir que nos fijemos en otra persona debido, en muchos casos, a «la novedad». Experimentar sensaciones nuevas puede resultar atractivo; es como un estímulo inesperado para nuestra mente y espíritu.
- En ocasiones, después de mantener una relación larga o de haber vivido otras relaciones, maduramos como personas. Esto puede llevarnos a comprender mejor qué tipo de persona nos complementa realmente o qué características necesitamos en nuestra vida emocional o sentimental.
No debemos confundir amistad con amor
En ocasiones, esa otra persona aparece llenando muchas de nuestras carencias. Nos sorprende, nos ofrece compañía y parece tocar de pronto muchas de esas fibras personales que nuestra pareja no suele percibir.
Ahora bien, ¿pero es realmente amor?
Las relaciones humanas son muy complejas, hasta el punto que podemos llegar a confundir ese sentimiento de complacencia, de seguridad y complicidad con amor. Cuando en realidad, no lo es.
La conexión emocional que sentimos con esa persona podría confundirse con una conexión romántica, pero es esencial recordar que el amor no se basa solo en coincidencias, sino también en amar las diferencias y en la pasión. Esa obsesión que nos hace preguntarnos por qué, siendo tan distintos, nos necesitamos tanto.
Es necesario actuar con calma y no precipitarnos. Cuando aparece otra persona, muchas de nuestras estructuras internas parecen romperse de pronto, pero las prisas no sirven de nada y no son buenas consejeras. Toma nota de lo que sería más adecuado llevar a cabo.
¿Qué debemos hacer cuando aparece otra persona?
¿Qué es lo que siento?
Parece una pregunta fácil de responder, pero en realidad no lo es. El amor y la amistad juegan en ocasiones en campos muy parecidos, y es nuestro corazón el que debe juzgar qué es lo que siente de verdad.
En ocasiones, debido a la rutina en la que hemos caído con nuestra pareja, ese instante en que aparece alguien nuevo puede deslumbrarnos y hasta equivocarnos. Nos trae la atracción por lo nuevo, por lo desconocido, y eso siempre es estimulante.
Sin embargo, es común que muchas de estas situaciones se desvanezcan muy pronto con el tiempo. De ahí que debamos actuar con prudencia y pensar en qué sentimos de verdad.
No hay prisas, tómate tu tiempo para pensar sin cometer imprudencias
Piensa que en ocasiones podemos cruzar el límite y arriesgarnos a mantener una relación paralela. Engañar a nuestra pareja y, al poco, darnos cuenta de que no valía la pena, de que ha sido un error.
- No merece la pena asumir riesgos antes de estar seguros. Claro que nada en la vida lo es al 100%, pero al menos, tómate tu tiempo para reflexionar en calma y tomar una decisión ponderada.
- Hay veces en que todo riesgo merece la pena, y eso es algo que deberás decidir tú misma.
- Lo más importante en este proceso es no hacer daño a otras personas. Evita provocar un dolor innecesario, por ejemplo, engañando o mintiendo. Si decides arriesgarte con esa otra persona, tu pareja merece saber lo que sientes y lo que has decidido.
Nadie puede controlar que, de pronto, aparezca otra persona en nuestra vida. Lo que ocurra después será decisión propia. Sin embargo, haz que esa decisión sea la más adecuada, sin olvidarte nunca de tu autoestima, tu integridad y tu felicidad.
El ser humano es complejo, y nuestras emociones no siempre siguen un camino recto. No obstante, con sinceridad hacia nosotros mismos y hacia nuestra pareja, y actuando desde el respeto y la reflexión, podemos tomar decisiones que nos conduzcan a una vida más plena.
Llevo 4 años con mi pareja; ella tiene 22 y yo tengo 30 años. La cuestión es que hace 6 meses conocí a una mujer de 40 años que está dispuesta a enfrentar una relación formal y hasta a darme un hijoa pesar de ella tener 2. Es increíble cómo hemos compenetrado y nos entendemos, ella es abogada de profesión, puedo debatir de cualquier tema de interés, tiene una basta cultura y sobre todo, estamos enamorados completamente uno de otro. Estoy en una encrucijada, porque le comenté a mi novia de esta situación y accedió a perdomarme después de varios dias de dolor y llando, y ha dado un cambio en su vida después de esa conversación que me tiene confundido pues hace todo por mantener la relación. Hace cosas que nunca había hecho en su vida, cosas que ella misma dijo alguna vez que jamás haria por mi. MI miedo es esa transformacion repentina pues esas mismas cosas las tengo en la nueva mujer que conocí y lo más importante, es que no estoy enamorado de mi novia desde hace rato, yo hacía las cosas por pura rutina y compromiso.
Yo estoy seguro de que mi novia me ama, pero con la nueva relacion he vivido los dos mejores meses de amor de mi vida, de sexo, de compenetraciòn, de comprensiòn, y hasta sensaciones de amor que nunca había sentido por nadie, ni por mi novia cuando comenzamos la relación.
13 años en pareja una hija de 6, hace 7 años veo en el trabajo a una mujer que me paraliza y no puedo hablarle , en parte es por la culpa de no querer engañar y lastimar a mi mujer y porque soy pesimo para el levante ,hoy la cruze a la pasada , la mire a los ojos y solamente le dije hola , me miro sonrio y se puso el pelo detras de la oreja casi me explota el bobo(corazon) y me llene de ansiedad ,
me siento como la mierda , lo mas problable es que me quede con mi familia y me siga sintiendo asi (como la mierda) y que solo sea simpatica por cordialiad y me invente una historia en mi cabeza , pero yo lo siento diferente asi es la vida de chistosa. saludos!!