Si vas a conocer a tu familia política es normal que sientas ciertos nervios. Ya sabes que para que les gustes deberás tener una buena actitud, un comportamiento correcto, ser agradable y servicial cuando necesiten de tu ayuda. Pero, si sabes lo que tienes que hacer, ¿alguna vez has pensado en lo que no tienes que hacer?
A continuación vamos a explicar lo que no tienes que hacer para que, el día que conozcas por primera vez a tu familia política, les puedas causar una buena impresión y disfrutéis de un día estupendo. Acabarán entusiasmados contigo, siempre y cuando tengas en cuenta lo siguiente.
Ser demasiado tímido
Ser tímido no es algo que puedes elegir no tener, pero puedes controlarlo hasta cierto punto. Intenta salir un poco de tu caparazón, lo suficiente como para entablar conversación por un rato. Lo último que quieres es un silencio completo, lo que lo hace extremadamente incómodo para todos los involucrados. Recuerda, nada sucederá si entablas una conversación un poco.
No muestres toda tu artillería
Esto significa que al principio de conocer a tu familia política no tienes que mostrar exactamente tal y cómo eres. Es decir, ser tú mismo está bien, ¡por supuesto! Pero no es necesario mostrar todas tus cualidades desde el primer momento. Ten siempre algunas sorpresas escondidas para mostrar en los momentos oportunos, ¡así podrás sorprenderles siempre!
Cuidado con hablar de política
Hay algunas cosas de las que debes tener cuidado, algunas cosas de las que no deberías hablar cuando quieras causar una buena impresión. La política resulta ser uno de ellos; especialmente si no estás seguro de a quién apoya su familia. Es mejor encontrar temas de conversación que deje a la política a un lado. Este tema nunca será bueno para tener una conversación cordial.
Mentiras
Ser brutalmente honesto es mejor que mantener una mentira que eventualmente saldrá de una manera u otra. Las mentiras tienen una forma de resurgir y mostrar sus verdaderos colores en algún momento, así que evita la vergüenza de tener que explicar y quedar atrapado simplemente diciendo la verdad desde el primer momento.
No tengas miedo de ser tú mismo, pero mantén límites
Lo más importante, siempre sé tú mismo. A su familia le gustará quién eres o no. Nunca seas otra persona para impresionar. Quién sabe, puede que realmente amen a la persona que eres y te adoren, en cuyo caso no te preocupaba nada. Siempre siéntete orgulloso de la persona en la que te has convertido… Pero mantén límites de respeto hacia las personas que tienes a tu alrededor.
Recuerda, por mucho que quieras descubrir cómo gustar a su familia, lo importante ante cualquier circunstancia es llevarte bien con tu pareja y que vuestra relación funcione. Concéntrate en lo que más importa y sé siempre fiel a ti mismo.
No puedes hacer felices a todos, así que ni siquiera lo intentes. Todo lo que te quedará es un balde lleno de decepción. Así que, en cambio, cuando trates de descubrir cómo hacer que su familia sea como tú, recuerda siempre ser tú mismo. El resto vendrá solo.