En ocasiones, los personajes televisivos o figuras públicas que parecían representar buenos modelos de conducta para los niños, pueden desviarse debido a la fama o decisiones erróneas. Esto se traduce en que los valores que transmiten se tornan poco alentadores. Ejemplos históricos como el de Michael Jackson, quien fue admirado en todo el mundo, pero también estuvo envuelto en polémicas, plantean un desafío para los padres al intentar explicar estas contradicciones a los más pequeños.
Es importante reconocer el impacto que tienen los medios de comunicación al glamorizar comportamientos cuestionables. Esta constante exposición puede influir en los niños y adolescentes, haciéndolos querer imitar acciones que no son deseables. Así, se vuelve imprescindible que los padres pongan en contexto los hechos y planteen a sus hijos que las celebridades, como cualquier persona, pueden tomar malas decisiones y que lo verdaderamente importante son las consecuencias de esas decisiones.
Escucha y responde a sus preguntas
Una estrategia clave es fomentar el diálogo. Abre un espacio donde tus hijos se sientan cómodos para expresar qué piensan acerca de los comportamientos cuestionables que han presenciado. Pregúntales qué creen que sucedió y por qué. Al fomentar este diálogo, no solo tendrás la oportunidad de aclarar sus dudas, sino también de nivelar cuánta información necesitan en función de su edad y madurez.
Por ejemplo, si tus hijos ven titulares sobre adolescentes famosos bebiendo alcohol o violando reglas, puedes usar estos momentos como una oportunidad educativa. Plantea situaciones hipotéticas: «¿Qué crees que sucedería aquí si alguien de nuestra familia actuara de esta manera?». Este método les enseña que las elecciones tienen consecuencias en la vida real, y cómo estas afectan a quienes los rodean.
Adaptando las explicaciones a su edad
Es importante ajustar el lenguaje y el nivel de detalle del mensaje según la etapa de desarrollo de tus hijos. Por ejemplo, los niños más pequeños, como los de educación primaria, pueden sentirse confundidos ante ciertas explicaciones, por lo que es mejor mantenerlas simples y centradas en lo que pueden comprender.
Cuando se trata de preadolescentes, utiliza los comportamientos inadecuados como ejemplos para enseñarles qué esperas de ellos. Por otro lado, los adolescentes suelen responder mejor a preguntas directas relacionadas con sus vivencias. Pregunta si han tenido experiencias similares en su entorno, como el consumo de alcohol entre sus amigos. Esto no solo favorece la comunicación abierta, sino que permite establecer límites y expectativas claras.
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El poder de las consecuencias
Uno de los pilares clave en la educación es enseñar el impacto que tienen las malas decisiones. Explica a los niños que, aunque las equivocaciones son parte de la vida, sus consecuencias pueden ser duraderas y generar daños emocionales tanto para ellos como para quienes los rodean.
Por este motivo, es crucial que aprendan desde temprana edad a tomar buenas decisiones. Ayúdalos a reflexionar sobre cómo evitar cometer errores similares a los de los famosos que se exhiben en los medios, y explícales que reconocer una mala acción es el paso inicial para evitarla en el futuro.
Si quieres aprender más sobre cómo prevenir problemas de conducta en preadolescentes, visita nuestro artículo:
Sé el mejor modelo a seguir
Los padres son los primeros y más importantes modelos de conducta en la vida de los niños. Tus acciones y valores tendrán un impacto directo en cómo ellos eligen comportarse. Habla con ellos sobre lo que valoras y por qué.
Por ejemplo, si priorizas el respeto y la empatía en tus interacciones diarias, tus hijos comenzarán a emular estos principios. Cuando los niños crecen en un entorno donde los valores son consistentemente reforzados, no tendrán que buscar referencias en personajes famosos, porque encontrarán en ti una guía sólida y positiva.
Si discutes con tu pareja delante de los niños, toma en cuenta cómo afecta esto a su percepción sobre relaciones y conflictos. Puedes leer más sobre esto en nuestro artículo:
La clave para tratar con las influencias externas, como los malos comportamientos de figuras públicas, radica en abrir canales de comunicación efectivos, establecer límites claros y ser un ejemplo a seguir. Con estas herramientas, es posible ayudar a los niños a desarrollar el juicio crítico necesario para discernir entre lo correcto e incorrecto y tomar mejores decisiones en sus vidas.