Qué hacer si el niño sufre bruxismo

bruxismo

Si has notado que tu hijo rechina los dientes mientras está durmiendo, es muy posible que sufra un trastorno llamado bruxismo. Se trata de un trastorno más común de lo que puedas imaginar, ya que afecta a una cuarta parte de la sociedad. En un principio no hay que preocuparse, ya que el bruxismo suele desaparecer en el momento en el que al niño le salen los dientes definitivos.

En el siguiente artículo te contamos algo más del bruxismo y qué consecuencias puede tener en lo que se refiere a la salud bucal del pequeño.

En qué consiste el bruxismo

El bruxismo es un trastorno que afecta a los músculos de la boca y por el cual hay una contracción excesiva de los mismos, provocando un fuerte rechinamiento. El bruxismo puede causar dolores en la cabeza, en la mandíbula o en el oído. Hay dos clases o tipo de bruxismo:

  • El conocido como céntrico que consiste en apretar los dientes más fuerte de lo normal. Puede producirse tanto en el día como en la noche.
  • El excéntrico provoca el rechinamiento de los dientes y suele producirse por la noche.

Hay que indicar que el bruxismo es algo habitual y normal mientras se están formando los dientes. Como regla general, dicho trastorno suele desaparecer tras la dentición permanente del pequeño.

Motivos frecuentes del bruxismo

El bruxismo puede deberse a causas físicas o psicológicas.

  • En el caso de que se deba a motivos psicológicos, el bruxismo aparece por un exceso de estrés en la vida del pequeño o por un estado de ansiedad importante.
  • Las causas pueden ser también físicas como es el caso de la aparición de nuevos dientes o una mala posición de los mismos. Todo ello hace que puedan rechinar los dientes mientras el niño se encuentra durmiendo.

Niña apretando los dientes

Cómo tratar el bruxismo

Como ya hemos comentado más arriba, en la gran mayoría de los casos, el bruxismo suele desaparecer por sí solo. El tratamiento solo es válido en el caso de que no llegue a desparecer y provoque un fuerte desgaste en los dientes o fuertes dolores en los mismos.

Si el niño es demasiado pequeño, basta con colocar una placa de plástico en la zona superior y evitar de esta manera, que los dientes puedan llegar a sufrir un fuerte desgaste. Si con el paso de los años, el bruxismo no desaparece, sería necesario el comenzar un tratamiento de ortodoncia o de ortopedia.

Si resulta que el bruxismo es provocado por causas psicológicas, lo aconsejable sería usar diferentes medidas de relajación en el niño para rebajar lo máximo posibles los niveles de estrés o de ansiedad. En el caso de motivos físicos, se recomienda el iniciar un tratamiento a base de fisioterapia que ayude a relajar los músculos de la boca.

En definitiva, no hay que preocuparse en exceso en el caso de que el niño rechine los dientes mientras se encuentra durmiendo. Los padres deben estar atentos a como evoluciona tal trastorno por si la cosa va a más. Para mitigar dicho bruxismo, se aconseja el seguir una serie de rutinas de relajación que ayuden a que el pequeño llegue tranquilo a la hora de dormir.


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