Si en casa estáis durmiendo todos en la misma cama pero quieres que tu pequeño comience a dormir de manera independiente en su dormitorio, sigue leyendo porque esta información te interesa. Dormir con los niños en la cama no siempre ayuda a que todos descansen bien, y de hecho, puede ser perjudicial tanto para la salud de los padres como para la de los niños si las dinámicas de sueño no son saludables.
Pero, ¿cómo puedes conseguir que tu hijo duerma solo cuando está acostumbrado a hacerlo contigo? A continuación, exploraremos estrategias efectivas y consejos prácticos basados en investigaciones y experiencias que pueden ayudarte a hacer esta transición sin estrés.
¿Colecho: Sí o No?
El colecho, entendido como la práctica de dormir en la misma cama con los niños, es una decisión personal que algunas familias encuentran beneficiosa. Sin embargo, también puede ser fuente de preocupación. Los defensores señalan que facilita la lactancia materna, mejora la calidad del sueño del bebé y fortalece los vínculos emocionales. Por otro lado, los detractores alertan sobre los posibles riesgos, como el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) en ciertas condiciones.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) desaconseja esta práctica en situaciones específicas, como lactantes menores de tres meses, prematuros, padres fumadores o bajo el uso de alcohol o medicamentos sedantes. Una alternativa viable es el uso de cun as sidecar, que permiten compartir espacio sin comprometer la seguridad del bebé.
Habla con un Pediatra o Especialista en Sueño
Consultar a un profesional puede marcar la diferencia si tienes dudas sobre cómo manejar las rutinas de sueño de tu hijo. Los pediatras y especialistas en sueño están capacitados para ayudarte a diseñar un plan personalizado que beneficie simultáneamente la salud de tu hijo y el descanso de toda la familia.
Un profesional puede identificar factores que quizá no hemos considerado, como trastornos del sueño o patrones inadecuados. Además, puede proporcionarte orientación específica sobre la edad y las necesidades de tu hijo.
Busca Ayuda de Terceros
Romper el hábito del colecho puede ser un desafío emocional. Muchas familias han encontrado utilidad en buscar apoyo de familiares cercanos o amigos para manejar la transición. Por ejemplo, alguien de confianza podría encargarse de las primeras noches acompañando al niño en su nuevo espacio.
Este enfoque puede minimizar el rechazo inicial, ya que el cambio de rutina no siempre estará asociado directamente a los padres, ayudando así a que el niño se adapte más fácilmente a su nueva independencia nocturna.
El Destete Nocturno
La lactancia nocturna puede ser un gran determinante en el descanso tanto del bebé como de la madre. Si estás intentando que tu hijo comience a dormir solo, es fundamental considerar abordar el destete nocturno de manera gradual y respetuosa.
El sistema propuesto por el pediatra Jay Gordon, por ejemplo, sugiere limitar las tomas nocturnas a horas específicas y ofrece pautas claras para hacerlo sin que el bebé experimente angustia. Esto debe hacerse cuando el niño tenga al menos un año y siempre con un enfoque suave y comprensivo.
Normas de Seguridad para el Colecho
Para las familias que deciden continuar con el colecho, es esencial garantizar que esta práctica sea segura.
- El bebé debe dormir boca arriba en una superficie firme.
- Asegúrate de que no haya cojines, mantas pesadas o otros objetos que puedan cubrir su cabeza.
- Evita el colecho si consumes alcohol, fumas o utilizas medicamentos que alteren el sueño.
- Opta por cun as sidecar para ofrecer proximidad sin comprometer la seguridad.
Cuando el Colecho ya no Funciona
No existe una edad límite universal para dejar de practicar el colecho. Sin embargo, cada familia debe evaluar de manera individual cuándo el colecho ya no resulta beneficioso. Factores como el espacio físico, la calidad del sueño de los miembros de la familia o las necesidades emocionales del niño son indicadores clave.
Algunos expertos sugieren que los niños suelen estar listos para dormir solos entre los 3 y 4 años, pero esto depende de cada caso. Es crucial escuchar a tu hijo y respetar su evolución emocional.
De la Cama Familiar a Dormir Solo
La transición de la cama familiar a un espacio propio debe ser gradual y respetuosa. Una estrategia efectiva es comenzar con siestas en su propia cama o cuna para que se familiarice con el nuevo entorno. Otra idea es leer cuentos o cantar canciones para que asocie su dormitorio con experiencias positivas y relajantes.
Para niños mayores, involucrarlos en la decoración de su habitación puede ser motivador y darles un sentido de autonomía y control sobre este nuevo espacio.
Tomar decisiones sobre las rutinas de sueño de los hijos no es tarea fácil, pero al contar con el conocimiento adecuado y un enfoque respetuoso, puedes garantizar que toda la familia descanse mejor y con tranquilidad. Implementar estos consejos puede ser el comienzo hacia un equilibrio saludable entre el descanso del niño y el de los padres.