La industria alimentaria se afana continuamente por ofrecer alimentos que enriquecen nuestra dieta en todos los sentidos. Las estanterías de los supermercados cuentan con nuevos productos atractivos, algunos provenientes de otras latitudes. Por ejemplo, la soja, la quinoa o el surimi complementan nuestra fantástica dieta mediterránea con sus saludables propiedades. Poder descubrir estos y otros alimentos e incorporarlos a nuestra rutina hacen nuestro menú más diverso y equilibrado en cuanto a nutrientes. Al calor de los fogones nacen algunas preguntas que cuentan con toda legitimidad: ¿qué es y de qué está hecho el surimi?
Qué es el surimi
En general, somos cada vez más abiertos a probar nuevos sabores. Por otra parte, son pocos los consumidores que aún no tienen en cuenta cuáles son los beneficios de los alimentos que consumen. Por estas razones, cuando un nuevo producto nace y se va haciendo cada vez más visible, es frecuente que surjan cuestiones con relación a sus propiedades nutricionales. A pesar de llevar entre nosotros algunas décadas, la pregunta qué es el surimi sigue abierta. Para muchas personas es ya un producto común, visible en platos tan nuestros como el salpicón de marisco o los apetecibles pinchos de la gastronomía vasca. Para otras, es un producto que continúa destacando por su novedad en contraste a los típicos ingredientes de la cocina tradicional española.
Al igual que ocurre con el queso manchego o el jamón ibérico en nuestra cultura gastronómica, el surimi es un producto de siempre al otro lado de nuestro mundo. Su origen ancestral está anclado en el tiempo, cuando surgió como forma de conservar el pescado. Como las cualidades sonoras de su nombre indican, su origen se sitúa en Japón, hace unos mil años y el significado de su término es “filete de pescado picado”. Por ello, preguntarse en el país del sol naciente qué es el surimi es una obviedad, lo mismo que lo es para nosotros hacerlo sobre el lomo embuchado o los guisos de legumbres con embutidos. El caso es que el surimi está presente en platos nipones básicos de cada día como el udon o el sushi.
Propiedades del surimi
Para despejar por completo la incógnita sobre qué es el surimi, quedan pendientes de abordar aspectos de importancia. Desde que se creó el surimi en siglo XII, está claro que la alimentación, sus métodos y tecnología han evolucionado mucho. Especialmente en el siglo pasado, la producción artesana ha dado paso a elaboraciones más sofisticadas y con todas las garantías higiénicas. No obstante, la técnica de elaboración del surimi sigue siendo la misma casi 10 siglos después. Para la obtención de surimi de calidad, es preciso utilizar pescado muy fresco y de él, seleccionar lo mejor: sus filetes. Una de las mejores especies para ello es el abadejo de Alaska, del cual una vez limpio se pican sus lomos para obtener su proteína. Conocer estos aspectos resulta de gran interés a la hora de responder qué es el surimi. Al aprovechar los lomos frescos de pescado, el surimi es una estupenda alternativa a este alimento que, como él, cuenta con sus beneficios.
Nada o casi nada ha cambiado, pues, en este alimento. Decimos “casi” porque sí lo han hecho las condiciones en las que se elabora. En este sentido, un surimi como el de
Krissia® se realiza en todo momento a bajas temperaturas para lograr la máxima calidad y frescura de la proteína. No obstante, siempre resulta de gran ayuda leer la información nutricional antes de comprar cualquier producto. De esta manera, las barritas de surimi Krissia® no contienen conservantes ni colorantes artificiales por lo que optan por la pasteurización como garantía de seguridad alimentaria. Este método está presente en alimentos tan básicos como la leche y los yogures y permite tener el surimi siempre a mano en nuestro refrigerador.
Surimi y proteínas
Al estar elaborado con las mejores partes del pescado, el surimi cuenta con una gran disponibilidad de proteínas que incluyen todos los aminoácidos esenciales y destacan por su fácil asimilación y digestión.
La cantidad de pescado recomendada según los expertos en Nutrición está entre 3 y 4 raciones por semana. Sin ser un sustituto directo de este sino una sana alternativa a él, consumir surimi ayuda a aumentar la cantidad de proteína diaria y cuenta con otros beneficios igualmente importantes. Las barritas de surimi también contienen omega 3, unos ácidos grasos poliinsaturados fundamentales para la buena salud cardiovascular y vitamina B12, únicamente presente en los alimentos de origen animal, y que ayuda a reducir el cansancio y la fatiga. Otros elementos presentes en las barritas de surimi son los minerales como el selenio, importante para el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmune.
Por lo tanto, si te gusta comer bien y te preocupa tu alimentación, el surimi es un aliado estupendo para completar y enriquecer tus platos.