
Quizás hayas oído hablar de la asertividad en varias ocasiones, pero puede que no tengas claro su significado o te preguntes exactamente qué implica ser asertivo. En este artículo, vamos a explicar con todo lujo de detalles esta habilidad esencial, que influye en nuestra vida personal y profesional, y cómo puedes empezar a cultivarla desde ya.
Es cierto que muchas personas poseen esta habilidad de forma natural, mientras que otras pueden tenerla más escondida por miedo a ser juzgadas o a lo que puedan pensar los demás. Sin embargo, es importante dejar a un lado esos temores y priorizar nuestra propia voz y necesidades. La asertividad es una cualidad del ser humano que puede florecer con la práctica y el conocimiento adecuado. Aquí encontrarás las claves y ejemplos necesarios para entender y empezar a practicar la asertividad de manera efectiva.
¿Qué es la asertividad y cuáles son sus ejemplos?
La asertividad se define como la capacidad o habilidad de expresarnos de una manera clara, respetuosa y tranquila, sin dejar que las emociones negativas dominen la conversación. En otras palabras, ser asertivo significa decir lo que pensamos y sentimos de forma honesta, directa y educada, respetando tanto nuestras necesidades como las de los demás. Esto incluye tanto expresar opiniones positivas como abordar temas más delicados o negativos.
Un ejemplo clásico es cuando llegamos tarde a una cita. Una persona asertiva no solo reconocería su error, sino que lo comunicaría a su interlocutor de forma tranquila y respetuosa, sin excusas innecesarias o actitudes defensivas. Decir algo como: “Lamento haber llegado tarde, gestioné mal mi tiempo y entiendo si esto te incomoda” es un claro ejemplo de comunicación asertiva.
Otro caso puede ser cuando no estamos de acuerdo con una decisión en el trabajo. En lugar de callarnos por miedo o ser demasiado agresivos, una respuesta asertiva sería: “Entiendo tu punto de vista, pero creo que hay otra forma que podría funcionar mejor. ¿Podemos analizarlo juntos?”
¿Cómo saber si eres asertivo? Claves y ejemplos para identificarlo
Si bien algunas personas practican la asertividad de manera instintiva, otras pueden necesitar identificar en qué áreas de su vida podrían ser más claras y directas. Aquí tienes algunos ejemplos que pueden ayudarte a reconocer cuándo eres asertivo:
- Evitas los reproches y enfrentamientos innecesarios: Una persona asertiva busca soluciones en lugar de conflictos. En lugar de culpar, prefiere expresar sus sentimientos de manera calmada para llegar a un entendimiento mutuo.
- Das tus opiniones sin rodeos: Ser directo y conciso, tanto al dar un elogio como al señalar una crítica constructiva, es una señal de asertividad. Esto también incluye aprender a decir “no” con respeto y sin sentirte culpable.
- Respetas los tiempos y emociones de los demás: Entender que no todas las personas reaccionan igual y aceptar que pueden necesitar espacio para procesar lo que se ha dicho también es un signo de asertividad.
- Te expresas con calma y cortesía: Las personas asertivas saben que el tono de voz, el lenguaje corporal y las palabras elegidas son cruciales para ser comprendidas sin ofender o intimidar.
Si te das cuenta de que en ocasiones actúas de manera pasiva o reaccionas con ira, estos aspectos muestran puntos que puedes trabajar y mejorar para lograr una comunicación más asertiva.
Beneficios de practicar la asertividad
Ser asertivo no solo mejora tus relaciones interpersonales, sino que impacta de manera positiva en tu bienestar emocional. Los principales beneficios incluyen:
- Reducción del estrés: Al expresar tus necesidades y sentimientos de manera clara, te liberas de resentimientos o frustraciones acumuladas.
- Fortalecimiento de tu autoestima: Decir lo que piensas y actuar en consecuencia refuerza tu sentido de valía personal.
- Mejora en tus relaciones: La asertividad fomenta la confianza y el respeto mutuo, ya sea en el ámbito personal o profesional.
- Resolución de conflictos: Aprender a negociar y buscar soluciones equilibradas evita enfrentamientos y promueve acuerdos respetuosos.
¿Qué se necesita para ser una persona asertiva?
Ser asertivo es una habilidad que se aprende y mejora con el tiempo. Aquí tienes algunos consejos prácticos para ponerla en práctica:
- Habla con claridad y confianza: Usa palabras y frases sencillas para expresar tus ideas, evitando rodeos o explicaciones innecesarias.
- Aprende a escuchar: La verdadera comunicación comienza con la empatía. Escucha activamente a los demás y valida sus emociones antes de responder.
- Evita el uso de “tú” acusador y prefiere el “yo siento”: Esto reduce las defensas del interlocutor y facilita una conversación más abierta.
- Respeta tus propias necesidades: Como parte de un enfoque equilibrado de la comunicación, aprende a priorizar lo que es importante para ti sin desvalorizar las necesidades de los demás.
- Controla tu lenguaje no verbal: Mantén una postura abierta, contacto visual y un tono de voz calmado para reforzar tu mensaje.
La asertividad es una cualidad crucial que nos ayuda a comunicar nuestras necesidades de manera equilibrada y respetuosa. Entender su importancia y aplicar sus principios no solo te hará sentir más seguro, sino que también te permitirá mejorar significativamente tus relaciones personales, laborales y familiares. Con paciencia y práctica, cualquiera puede dominar esta habilidad transformadora.



