No cabe duda y es una realidad que la sociedad está obsesionada con la delgadez, llegando a imponer unos cánones de belleza inalcanzables que suelen generan inseguridades y ansiedades. La gordofobia puede llegar a tener graves consecuencia para la salud mental y emocional de las personas.
En el siguiente artículo vamos a hablarte de un problema tan serio como la gordofobia y de las consecuencias que puede tener para muchas personas.
Cómo se inicia el estigma de la gordura
Desde la etapa de la infancia, la sociedad va a inculcar una serie de ideas sobre el aspecto físico. Son constantes los mensajes que alaban la delgadez y desacreditan cualquier otra forma corporal. La gordofobia va a originarse en estos patrones culturales, donde se asocia el valor de una persona con sus kilos. Te dicen que para ser aceptado y para ser guapo, hay que ajustarte a ciertos cánones que, en realidad, son muy poco realistas.
Cómo es vivir con gordofobia
La gordofobia no es algo superficial ya que acaba afectando a la vida diaria, incidiendo de manera negativa en las relaciones, en la autoestima y en la confianza. Se producen miradas de desaprobación, comentarios hirientes y un bombardeo constante de mensajes que te desacreditan. Como es normal todo esto acaba por tener un efecto devastador en el bienestar emocional.
Gran parte de la sociedad predica que para ser aceptado, hay que perder peso mediante dietas y restricciones de todo tipo. La gordofobia va a crear una relación tóxica con la comida, llegando a valorar mucho más la apariencia física que la salud real. Todo esto hace que en la sociedad se instaure la idea de que solo se es válido si uno se ajusta a los estándares establecidos por la sociedad.
Cómo incide la gordofobia en la salud mental
La presión continua para cumplir con expectativas poco realistas provoca problemas mentales bastante serios. La ansiedad y la depresión suelen ser consecuencia de aquellas personas que sufren de gordofobia. La preocupación constante por la imagen del cuerpo unido a un gran miedo al rechazo, pueden provocar que la persona se hunda a nivel emocional y no pueda disfrutar de la vida de una manera plena.
Problemas a nivel social
La gordofobia también va a incidir de una manera negativa en las relaciones con los demás. Puedes sentirte juzgado de una manera constante, como si tu valía como persona dependiera únicamente del aspecto físico. Las amistades y relaciones amorosas pueden verse afectadas de una manera negativa por esa presión constante, llegando a a generar un ambiente tóxico por la obsesión provocada por la imagen física.
Rompiendo las cadenas
A la hora de romper con la gordofobia es importante plantar cara a las opiniones tóxicas y reconocer el valor de una persona independientemente de la apariencia que pudiera tener. Hay que promover en todo momento la diversidad dentro de la sociedad y cambiar el diálogo interno. Todo esto es clave a la hora de romper de una manera definitiva las cadenas y divisar una sociedad con una mente mucho más abierta y positiva.
Educar y fomentar la empatía
Erradicar la gordofobia no es algo fácil de conseguir y requiere un esfuerzo grande por parte de la sociedad. La educación y la empatía son herramientas claves a la hora de acabar con los prejuicios arraigados en la sociedad. Es importante aceptar que la belleza viene en todas las formas y tamaños, y que el valor de una persona no se mide únicamente por el peso que tenga. Al recibir una buena educación y fomentar la empatía, se puede llegar a construir una sociedad en el que las gordofobia haya quedado anclada en el pasado.
En definitiva, la gordofobia es una manera de recordar de cómo la sociedad puede instaurar una serie de cánones de belleza dañinos y perjudiciales. Esto es algo que no se puede consentir ni permitir, por lo que es importante el romper con las cadenas de la gordofobia y respetar a las personas independientemente del peso que tengan.