El lipedema es una enfermedad que se produce en los tejidos grasos de la piel, especialmente en las piernas, aunque también puede afectar a los brazos. Esta enfermedad se desencadena como consecuencia de la inflamación de las células grasas que se encuentran situadas en las caderas y en los muslos. Cuando esto sucede, proliferan de forma descontrolada y se produce una inflamación del tejido adiposo en esa zona.
Aunque se suele asociar a las personas con sobrepeso, el lipedema puede afectar a cualquier persona, en su gran mayoría mujeres. Incluso cuando una mujer es delgada, puede sufrir este tipo de problema, ya que existen factores que aumentan el riesgo de padecer el lipedema. La predisposición genética y los cambios hormonales son los principales factores de riesgo.
Lipedema, grados y síntomas
El lipedema se localiza en las zonas donde generalmente aparece la celulitis, en las caderas, los muslos o los brazos. Aunque también afecta en muchos casos en la parte baja de las piernas, desde el tobillo hasta las rodillas. Esta alteración del tejido adiposo se clasifica en 3 grados, en función de cómo afecta a la persona que lo padece. Estos son los grados de lipedema:
- De grado I: Es el grado más leve de esta enfermedad. A simple vista la superficie de la piel es lisa, aunque no es firme. Pero cuando se toca la zona, se pueden detectar nódulos de grasa.
- Grado II: La piel se ve irregular a simple vista y al tacto está dura, ya que los nódulos de grasa se van haciendo más grandes y visibles.
- De grado III: Es el estadio más grave del lipedema, los nódulos son visibles a simple vista y se localizan de forma generalizada en las caderas y los tobillos.
Cuando la enfermedad comienza a manifestarse, es muy común no detectar los síntomas ya que pueden pasar desapercibidos. Esto provoca que un lipedema de grado I, pase a un estadio más severo sin que la persona afectada apenas se de cuenta. La evolución de esta enfermedad puede manifestarse de diferentes maneras, estos son algunos de los síntomas más comunes:
- Un aumento de volumen desproporcionado en las zonas afectadas.
- Aparece inflamación de forma repentina y se repite con frecuencia, también puedes sentir hormigueo.
- Picor en las zonas afectadas, así como sensibilidad al simple tacto de la piel.
- Con la menstruación pueden agravarse los síntomas, también después de hacer ejercicio y con el calor.
- Pesadez y dolor en las piernas, son los síntomas más habituales y los primeros en hacer acto de presencia.
Tratamiento para el lipedema
Uno de los principales problemas del lipedema es que aún muchos médicos la desconocen. Esto dificulta enormemente el tratamiento y en muchos casos se recurren a técnicas poco efectivas. Para las mujeres que padecen lipedema, puede resultar frustrante y provocar otros trastornos emocionales. Ya que, si no se da con un médico especializado en este problema, es muy complicado actuar de la forma correcta.
Por lo tanto, si crees que puedes tener lipedema, debes buscar ayuda con un médico especializado en este problema, lo que generalmente se traduce en medicina estética y privada. Una vez que se obtiene el diagnóstico, llega la hora de comenzar con el tratamiento. En la actualidad existen dos opciones, una tradicional, lenta y con resultados poco efectivos en muchos casos.
Se trata de una mezcla de ejercicio en agua con un mínimo de 3 sesiones semanales y el uso de medias de compresión. Este tratamiento ayuda a reducir el dolor, aunque el volumen de los nódulos apenas se reduce. El segundo tratamiento y más efectivo es la cirugía. Concretamente la liposucción por descompresión asistida con agua. Con esta técnica quirúrgica, se consigue devolver la forma natural del cuerpo, se reducen los nódulos de grasa y mejora notablemente la calidad de vida del paciente.
Aunque puede parecer un problema estético, el lipedema produce grandes dolores y molestias que impiden hacer una vida normal. Como aún se desconocen las causas exactas, no existen unas medidas de prevención totalmente efectivas. Sin embargo, la mejor manera de evitar este tipo de problemas asociados a la acumulación de grasa, es seguir una dieta variada, equilibrada y moderada, así como hacer ejercicio de forma regular.