El champú es un producto que vamos a utilizar casi a diario, por lo que tiene que ser escogido con mucho cuidado. Son muchas las personas que se decantan por un champú que no es el que les conviene y por eso no le sacan todo el partido que deben a su cabello. Así como utilizamos un tipo de crema o de limpiadora para nuestro tipo de piel también tendremos que usar un champú distinto según nuestro pelo.
En el mercado hay todo tipo de champús pensados para nuestro cabello. Solamente debes clasificar el tuyo para saber qué tipo de champú deberías utilizar. En esta ecuación también debemos tener en cuenta el cuero cabelludo, ya que puede ser sensible, graso o seco e incluso con caspa. Todo influye cuando buscamos el champú perfecto.
Cómo elegir el mejor champú
Debemos pensar en varios factores a la hora de elegir el champú. Por un lado tenemos el tipo de cabello, que puede ser teñido, liso o rizado, fino o grueso, seco o no. También importa si el champú es para cuero cabelludo seco, con caspa, graso o sensible y con dermatitis. Cada persona tiene un tipo de cabello diferente y por eso no debemos elegir cualquier champú. Además, es bueno escoger varios champús adecuados para nuestro pelo y cuero cabelludo para poder alternarlos.
Cabello graso
El cabello graso necesita un champú purificante que además no cree más residuos. Se evitan en estos champús las fórmulas más hidratantes que apelmazan el cabello para elegir las que son más astringentes y ligeras. Además, se intenta que el cuero cabelludo se mantenga limpio y no genere más sebo. Un ejemplo de este champú es el de Apivitia Oil Balance, formulado con extracto de tomillo y menta.
Cabello seco
El cabello seco necesita sobre todo hidratación, pero debemos tener en cuenta que en muchas ocasiones esta sequedad solamente se encuentra en las puntas. En estos casos es mejor utilizar un champú para cabello graso y elegir un buen acondicionador o mascarilla para la zona de las puntas. Si todo nuestro cabello es seco entonces sí podemos elegir un champú que sea directamente hidratante. Un ejemplo de este caso sería el champú Manteca de Mango Nutritivo de Klorane.
Champú para cabello rizados
El cabello rizado suele necesitar un extra de hidratación y de definición para que los rizos no se encrespen ni se deshagan, por lo que es un cabello difícil a la hora de encontrar el champú ideal. En la firma Lush tenemos el champú Curly Wurly, el cual está indicado para cabellos rizados. Hidrata sin apelmazar y define el rizo gracias a la combinación de aguacate, limón o papaya.
Pelo dañado y teñido
El pelo dañado y teñido suele necesitar un extra de hidratación y mascarillas para cuidar las puntas, que son las que más suelen sufrir. En este caso el champú debe reparar y también suavizar e hidratar. Existen champús que son específicos para los cabellos teñidos, ya que además cuidan el color para que no lo arrastre el champú. Un ejemplo de este tipo de champú es el de Collistar para cabello teñido de larga duración.
Champú para caída del cabello
En la caída del cabello debemos tener en cuenta todo lo que pueda ocasionarla, ya sea el estrés o una dieta deficiente, ya que el champú por sí solo puede no ayudarnos. Este tipo de champús suelen tener vitaminas para revitalizar de nuevo el cabello. Uno de ellos es el Pilexil champú anticaída.
Champú para el cuero cabelludo sensible
Si tu cuero cabelludo es sensible y tiene eccemas o dermatitis, tendrás que utilizar de vez en cuando algún champú que ayude a remitir este problema. El champú Kelual de Ducray está formulado para ayudar al cuero cabelludo a repararse.