La rosácea facial es un problema cutáneo muy común y se puede identificar con cierta facilidad porque se caracteriza por un fuerte enrojecimiento en algunas zonas de la piel, especialmente en el rostro. Los vasos sanguíneos se vuelven muy visibles en la piel de la cara y esto provoca un color rosado o rojizo en las mejillas. También causa sequedad, descamación y picor en mayor o menor medida.
Existen diferentes tipos de problemas en la piel, lo que puede hacer que se confundan fácilmente. La rosácea puede confundirse con un brote de acné, dermatitis e incluso, el enrojecimiento propio de la piel al sonrojarse de forma natural. Cualquier persona puede padecer rosácea y este problema de piel puede darse en cualquier edad y etapa de la vida, aunque con frecuencia afecta a mujeres de mediana edad y especialmente a mujeres con la piel muy clara.
Cuáles son las causas de la rosácea
Aunque no se sabe a ciencia cierta qué es lo que provoca este trastorno en la piel del rostro, se conocen algunas circunstancias que pueden fomentar la rosácea. En cualquier caso, no tiene nada que ver con un problema de falta de higiene. Estos son algunos factores que pueden causar la rosácea.
- El consumo de bebidas calientes puede provocar la dilatación de los vasos sanguíneos de la cara. En este caso, aumentan de tamaño y la piel se ve reseca y enrojecida.
- Las comidas con mucho picante, algo similar al punto anterior. El picante aumenta la temperatura corporal y en la piel del rostro se advierten las consecuencias de la dilatación de los vasos.
- El alcohol, especialmente el vino tinto.
- Hacer ejercicio. Muchas personas terminan con la cara muy colorada después de hacer ejercicio, pero en algunos casos, se producen unas manchas rojizas más definidas, lo que se traduce en rosácea.
- Los cambios atmosféricos, generalmente el viento y la luz del sol influyen negativamente en el estado de la piel del rostro.
- Algunos productos de cosmética, por lo que es muy importante utilizar un producto libre de agentes químicos que dañen aún más la piel.
- Las emociones, que en algunos casos se transforman en un enrojecimiento involuntario de la piel. Las personas que padecen rosácea, se sonrojan con mucha mas facilidad.
- Algunos fármacos y medicamentos, especialmente aquellos que están destinados a dilatar los vasos sanguíneos. Como los que se recetan para las personas que necesitan controlar la presión arterial.
¿Cómo tratarla?
La rosácea no tiene un tratamiento específico, puesto que no tiene un origen médico que se pueda controlar. Es decir, no se puede eliminar el problema mediante un tratamiento médico. Sin embargo, es posible mejorar el estado de la rosácea y controlar los brotes con una combinación de buenos cosméticos, extremo cuidado de la piel y en la mayoría de los casos, medicamentos recetados por el especialista.
Para tratar la rosácea y mantenerla a ralla, es imprescindible cuidar la piel con mimo. La hidratación es la clave del éxito, ya que a menudo, la zona enrojecida se reseca, descama y produce picor. Una buena crema facial específica es esencial y aplicarla con regularidad para mantener la hidratación de la piel. También es esencial limpiar muy bien la piel del rostro por la mañana y muy especialmente por la noche.
Eliminar los radicales libres es básico para que la hidratación penetre correctamente en las capas inferiores de la piel. Utiliza un jabón específico para pieles delicadas o con rosácea, utiliza agua templada y seca con una toalla individual o papel desechable. En los casos más graves, el dermatólogo puede recetar un tratamiento específico para controlar los problemas de la piel del rostro.
Si crees que puedes padecer rosácea, debes acudir a la consulta del dermatólogo para que pueda realizar una valoración. En caso de que certifique que este es tu problema y no otro, podrá ofrecerte pautas para mejorar el estado de la piel y de ser necesario, podrá recetarte un medicamento apropiado y específico para tu caso.
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