No es fácil mantener una relación de pareja cuando se extiende la familia, pero es imprescindible hacerlo para que el núcleo familiar no se vea afectado y que los niños puedan crecer emocionalmente equilibrados. La felicidad de una pareja se verá reflejado en la felicidad de los hijos, por eso es tan importante que los padres sepan diferenciar algunos problemas que podrían afectar demasiado a la familia.
Pasar muy poco tiempo juntos
Necesitas atender tu pareja como si fuera una flor. Sin darle necesidades como tiempo de calidad, nunca crecerá. Por lo tanto, debes administrar vuestro horario para poder pasar tiempo en familia, pero también, tiempo en pareja, a solas.
Tener hijos demasiado pronto
Algunas parejas no se dan el tiempo suficiente para disfrutar entre sí. Si puedes esperar para tener hijos, debes considerarlo porque nunca volverá a tener este tiempo de pareja. Una vez que lleguen los niños, ellos serán vuestra prioridad siempre.
Cuidado con las deudas
La gestión de facturas y deudas puede poner una tensión en una familia. Si ya estás endeudado, ten un plan para pagarlo. Mantente dentro del presupuesto, pon tus finanzas en orden y probablemente lucharás menos en pareja. Y además, dormirás mucho mejor por la noche.
Tener expectativas poco realistas
Si crees que la vida en pareja siempre es un paseo por el parque con un camino lleno de rosas, te espera otra cosa en la vida real. Habrán tiempos difíciles. Se necesita un poco de tiempo para aprender a vivir con la persona que amas y hacer que la relación funcione. No creas que los problemas que tuviste antes de caminar por el pasillo simplemente desaparecerán porque estás casado. Algunos problemas nunca desaparecerán… es necesario aprender a lidiar con ellos constantemente.
Dejar que el resentimiento os destruya
Nunca dejes que las cosas se infecten. Si algo te está molestando realmente, dilo. Lo peor que puedes hacer es permitir que el resentimiento de tu pareja crezca dentro de ti. Se desgarra tu amor si permites que esto suceda y tu familia se romperá. En lugar de esto, hablad a través de los sentimientos para poder solucionar las cosas.
No ser sensible a los sentimientos de tu pareja
Con el tiempo, aprenderás a anticipar algunas de las reacciones de tu pareja. No juzgues estas reacciones, simplemente acepta que son así e intenta saber cómo puedes ayudar a lidiar con esos sentimientos que está experimentando tu pareja. En ocasiones, todos necesitamos que alguien nos consuele… y quién mejor que la pareja con quien has formado una familia, ¿no crees?
Tomar decisiones sin consultar a la pareja
En una relación siempre hay dos personas. Cuando no tenías pareja podías tomar tus decisiones por ti solo, decidir a dónde ir después del trabajo, qué vacaciones hacer o en qué gastar tu dinero, ¡y podías hacer todo esto sin consultar a nadie! Ahora la cosa cambia y cuando se forma una familia es importante que tomes las decisiones, consultándole a tu pareja también… porque las decisiones que tomes también le afectan y tiene derecho a participar en estas elecciones.