Probando el láser lipolítico adelgazante

Hace unas semanas os comenté que había llegado a España hace unos meses el Láser Lipolítico Adelgazante, más conocido como LLA. Como soy muy curiosa y ya sabéis que me gusta probar los tratamientos de primera mano, quería comentaros mi experiencia con el láser lipolítico durante la primera sesión.

Durante dos meses voy a seguir el tratamiento de 8 sesiones, y me gustaría compartir mi experiencia con vosotras, para que veáis como poco a poco voy perdiendo centímetros y cual es la percepción que voy teniendo sesión tras sesión y semana tras semana de dicho tratamiento.

Primera sesión

El pasado Jueves tuve mi primera sesión en el centro Victoria Sanz, un centro de estética y belleza ubicado en Concha Espina., quería probar si todo lo que cuentan sobre él, tanto mitos a favor como en contra, son verdad o no.

La sesión tuvo una duración en total del 20 minutos. Al ser la primera sesión durante los primeros diez minutos, la persona especializada en aplicarte el láser, te realiza un formulario y te va explicando en qué va consistir el tratamiento.

Lo que más me gustó es que cuanta más grasa localizada tengas en una zona, más efectivo es el tratamiento y mejores resultados obtienes. Eso sí, en 8 sesiones has de centrarte en una única zona, no puedes dividir 4 sesiones en una y otras 4 en otra, ya que el láser no sería tan efectivo.

Tras las completar el cuestionario, la terapeuta procedió a medir el contorno que quiero reducir, que en mi caso es las caderas. Empezó a medir la zona más sobresaliente, y tomó tres medidas distintas así como también la altura de la medición. Tras apuntar todo, me explicó cómo actuaba el láser sobre el tejido adiposo. El láser es un haz de luz monodireccional (van en una única dirección), monocromático (todas las ondas poseen la misma frecuencia, y por tanto tienen el mismo color) y coherente (todas las ondas tienen la misma fase y la energía resultante es la máxima posible). Se trata de un láser frío, de baja intensidad y de tipo de Luz Roja.

La energía que va irradiando el láser se coloca sobre la zona específica a tratar con una profundidad de penetración de 9 mm, pudiendo llegar hasta una profundidad de 13 mm.

Según lo que me comentó la terapeuta, el efecto que produce el láser sobre el tejido adiposo es como un cajón, es decir, a lo largo de nuestra vida, vamos llenando ese cajón (nuestras células) con grasa (el tejido adiposo), y láser lo que hace es abrir ese cajón, haciendo que el tejido adiposo se diluya y se convierta en líquido para ser expulsado por la orina, siendo esta más intensa en color y olor.

Tras explicarme todo este proceso procedí a tumbarme boca arriba, y me colocó el láser a modo de cinturón elástico justo en la zona a tratar, con dos láser más pequeños en la zona del abductor. Durante los 10 minutos que duró el tratamiento, solamente noté relajación y un poco de calor sin llegar a ser molesto en la zona.

Pasados esos 10 minutos, la terapeuta volvió a medirme, y en total había perdido 1,5 centímetros en cada una de las tres medidas. Me recomendó seguir el tratamiento durante esta semana en casa con una crema anticelulítica de efecto calor aplicándola dos veces al día por la mañana y por la noche. El precio de la crema es del 40 euros y dura un mes.

Al llegar a casa esa tarde, la noche y al día siguiente, he de comentaros que fui con más frecuencia al baño y en estos tres días que ya han pasado, sigo yendo con más asiduidad y he perdido casi un kilo de peso.
De momento estoy muy contenta del efecto, así que os iré contando como va todo el proceso la semana que viene.