Precauciones de las embarazadas durante el verano

Con el calor típico del verano y para hacer frente a unas temperaturas que suelen superar los 40 grados, lo que más apetece sin lugar a dudas es meterse y refrescarse tanto en la playa como en la piscina. Si estás embarazada los meses de calor pueden ser un auténtico suplicio e infierno por lo que siempre viene bien aprovechar un pequeño baño en la piscina o en la playa.

En tal caso es importante tener en cuenta una serie de precauciones para que no tengas problemas con el embarazo y el bebé no sufra daño alguno. Recuerda que llevas un ser dentro de ti y es esencial que tengas mucho cuidado a la hora de bañarte.

Cuidado con el sol

Durante los meses de verano hay que tener especial cuidado con el sol ya que a determinadas horas del día puede afectar de una manera negativa al embarazo. Es por ello que en el momento de no estar en el agua es aconsejable el buscar una zona sombreada y fresca en el que poder resguardarse de los rayos del sol. Según los expertos hay que evitar a toda costa el ponerse al sol en las horas centrales del día ya que en dichas horas el sol puede hacer bastante daño en la piel. La protección solar es esencial durante embarazo ya que las quemaduras pueden incidir de una manera negativa en tu cuerpo y por ende acabar perjudicando al bebé. No te olvides tampoco de estar perfectamente hidratada y evitar el temido golpe de calor. Para ello debes beber abundante agua durante todo el día y mantener el organismo bien hidratado.

Precaución en el agua

A la hora de meterte en la playa o en la piscina hay que tener en cuenta en todo el momento una serie de precauciones para evitar cualquier problema en el embarazo. Es por ello que es aconsejable el meterse en una parte en la que puedas llegar y que no sea profunda. En el caso de que te guste el practicar el buceo, es recomendable el no sumergirse mucho ya que de lo contrario puedes poner en riesgo la salud del pequeño. Si hay bandera roja por el oleaje, no debes bañarte para no poner en riesgo tanto tu vida como la del bebé. A la hora de meterte en una determinada playa o piscina es bueno saber que el agua esté en perfectas condiciones o bien limpia para evitar cualquier tipo de problema de salud que puede afectarte tanto a ti como al bebé. 

En el caso de que decidas hacer frente al calor con un refrescante baño en la piscina es importante que tengas mucho cuidado a la hora de caminar por el borde de la piscina, ya que el suelo está demasiado resbaladizo y podrías sufrir algún tipo de percance. Al estar embarazada tu equilibrio es mucho menor y tienes más posibilidades de perder el equilibrio. Una vez que salgas del agua es aconsejable el ducharse para eliminar todos los restos de cloro tanto de la piel como del cabello. No es bueno el meterse debajo del agua con fuerza ya que puede entrar agua en la vagina y acabar por perjudicar a la salud del bebé, por tanto debes evitar en todo momento el tirarte de cabeza y bajar por las escaleras.

Si sigues todos estos consejos podrás disfrutar de un buen baño ya sea en la playa o en la piscina y poder refrescarte en estos meses de tanto calor. Recuerda que toda precaución es poca y es importante evitar ciertos actos que puedan acabar por dañar la buena salud del pequeño.


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