¿Os gustan los potajes de garbanzos? Son completos y reconfortantes, especialmente en días fríos en los que las temperaturas invitan a un plato caliente y sustancioso. Llegar a casa y encontrar un plato de este delicioso potaje de garbanzos y espinacas esperándote es un auténtico placer. ¿No estáis de acuerdo?
Prepararlo es sencillo y rápido, especialmente si utilizamos la olla rápida para cocer los garbanzos. Este método no solo ahorra tiempo, sino que mantiene intacto el sabor de los ingredientes. Además, se puede preparar en cantidad y reservar raciones en la nevera o congelador para futuras ocasiones. Este plato no solo es práctico, sino también la clave de una alimentación completa y equilibrada.
Ingredientes necesarios
Para el potaje:
- 300 g de garbanzos secos
- 1 zanahoria
- 1 puerro
- 500 g de espinacas frescas
Para el sofrito:
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla, picada
- 1 pimiento verde, picado
- 1/2 pimiento rojo, picado
- 1 tomate maduro rallado
- 1 cucharadita de pimentón dulce y picante
Para el majado:
- 1 rebanada de pan viejo frito
- 1 diente de ajo
Elaboración paso a paso
Preparación previa
La noche anterior a la preparación, pon los garbanzos a remojo en agua con sal. Esto ayudará a hidratarlos y lograr una textura tierna al cocinarlos.
Elaboración del potaje
- Escurre los garbanzos y colócalos en una olla rápida junto con el triple de su volumen en agua, el puerro y la zanahoria troceados. Añade un chorrito de aceite de oliva. Cierra la olla y cocina durante 30 minutos desde que alcance la presión máxima.
- Mientras tanto, en una sartén, sofríe la cebolla y los pimientos con un poco de aceite de oliva. Cuando estén tiernos, añade el tomate rallado y cocina durante 5 minutos más. Fuera del fuego, agrega el pimentón y remueve para integrarlo bien.
- Cuando los garbanzos estén cocidos, incorpora el sofrito a la olla y mezcla.
- Prepara un majado con el ajo y el pan frito. Agrégalo a la olla junto a las espinacas frescas lavadas y troceadas. Cocina 8 minutos más para que los sabores se integren perfectamente.
¡Tu potaje de garbanzos y espinacas está listo para servir! Puedes acompañarlo con un poco de pan fresco para aprovechar al máximo su deliciosa salsa.
Beneficios y curiosidades del potaje
Este plato no solo destaca por su sabor, sino también por sus beneficios nutricionales. Los garbanzos aportan proteínas, fibra y energía, mientras que las espinacas son ricas en hierro, vitaminas y antioxidantes. Juntos, conforman un plato equilibrado ideal para cualquier época del año, aunque especialmente reconfortante en invierno.
El potaje de garbanzos tiene una larga tradición en la gastronomía española, siendo un plato típico de Semana Santa. No obstante, su versatilidad permite adaptarlo a diferentes gustos y preferencias, ya sea añadiendo bacalao o prescindiendo de ingredientes de origen animal para una versión vegana.
Consejos para perfeccionar la receta
- Garbanzos: Es preferible utilizar garbanzos secos en lugar de enlatados. Si optas por los de bote, lávalos bien antes de añadirlos para eliminar el sabor del líquido de conservación.
- Espinacas: Las espinacas frescas son ideales, pero las congeladas también funcionan. Si usas estas últimas, descongélalas y escúrrelas bien antes de añadirlas.
- Textura: Si prefieres un potaje más espeso, tritura una pequeña parte de los garbanzos cocidos y mézclalos con el caldo.
Experimenta con esta receta y añade tu toque personal para disfrutar de un potaje único en cada ocasión.
Este plato es una opción versátil, deliciosa y cargada de nutrientes que destaca no solo por su tradición, sino también por su sabor y el bienestar que aporta en cada cucharada.