¿Tienes mal aliento? ¿Te has descubierto pequeños granos blancos en la garganta y quieres saber que son? Llamados tonsilolitos o cáseum estos pequeños granos o bolitas se acumulan generalmente en las amígdalas y están compuestas principalmente de bacterias y restos de alimentos.
¿No suena nada bien verdad? Estos depósitos compuestos en un principio por restos de alimentos, saliva y/o mocos sobre los que con el tiempo proliferan las bacterias, no son muy frecuentes pero se hacen notar gracias al olor desagradable que desprenden. ¿Quieres saber por qué están ahí y como eliminarlos? ¡Te lo contamos!
¿Qué son los cáseum?
El cáseum es un material blanquecino o amarillento compuesto por bacterias inhaladas en el aire, restos de epitelio exfoliado, restos de queratina, restos de alimentos y/o mocos. Su tamaño es similar al de un grano de arroz y suele encontrarse en las amígdalas.
¿Por qué en las amígdalas? Porque estas presentan cavidades o criptas en las que no resulta difícil que se acumulen bacterias y células muertas. Aunque no es un problema grave, si que pueden causar molestias importantes e influir en el día a día de quienes las padecen.
¿Qué síntomas provocan?
Estos granos blancos, como ya hemos adelantado, pueden causar molestias. Hasta ahora solo hemos mencionado el mal aliento o halitosis porque además de ser el síntoma mas evidente y aquel que a menudo nos alerta de que algo no va bien – ya que nos cáseum no siempre son visibles – puede complicar y empobrecer la vida social. Pero hay otros que también podrías sufrir; ¡descubre cuáles son!
- Halitosis. Es uno de los síntomas claves para identificar la presencia de tonsilolitos.
- Desde una leve sensación de incomodidad en la garganta, hasta disfagia o dificultad para tragar.
- Masa blanquecina sólida o cáseum, que se forman en la parte posterior de la garganta.
- Dolor de garganta. Podría llegar a ser molesto y requerir la toma de antibióticos.
- Inflamación de las amígdalas. Y por consiguiente la aparición de fiebre.
¿Qué factores pueden influir en su aparición?
Aunque estos granos de color blanquecino o amarillento no son muy frecuentes, es bueno saber como se forman y cuáles son los factores que incrementan la posibilidad de padecerlos. Porque solo así podrás hacer todo lo que está en tus manos para evitarlos:
- Mala higiene bucodental. La falta de una rutina de higiene bucodental puede incrementar las posibilidades de sufrir cáseum. Cepillarse los dientes tras cada comida de forma correcta, incidiendo además en las encías y la lengua es importante para esquivarlos.
- Las «amígdalas crípticas». Las amígdalas que presentan cavidades profundas, favorecen la aparición de cáseum, al dificultar la eliminación de pieles muertas, restos de comida, etc.
- Uso de medicamentos. Especialmente de aquellos que causan sequedad en la boca.
- Rinitis y sinusitis. Son enfermedades en las que se produce una mayor acumulación de moco, lo cual puede contribuir a la formación de estos granitos.
- Consumo de tabaco.
- Consumo de alimentos ácidos, fríos, grasos y fritos, ya que estos pueden contener determinados ingredientes que generen exceso de mucosa.
¿Cómo se combaten?
Los cáseum suelen eliminarse a través de una criptolisis amigdalar, una técnica láser que consiste en eliminar capas superficiales de las amígdalas y por lo tanto los granos en la garganta. A esta técnica a menudo la precede la prescripción de antibióticos con el fin de frenar la fiebre o el dolor, si los hubiera.
Además en los casos mas graves, aquellos que resultan recurrentes, puede ser aconsejable la extirpación de las amígdalas. No es muy frecuente, pero podría ocurrir que unas amígdalas crípticas favorecieran su aparición en repetidas ocasiones.
¿Tienes granos blancos en la garganta? ¿No los ves pero sufres mal aliento desde hace algunas semanas y sospechas que estos puedan ser la causa? Consulta a tu médico de cabecera para que pueda confirmar o descartar los cáseum como los causantes. Un diagnóstico temprano contribuirá a que los síntomas no se agraven y no aparezcan fiebre o dolores que dificulten tu día a día.