¿Sabes por qué salen las boqueras? Estas lesiones, también conocidas como queilitis angular, afectan a las comisuras de los labios, causando dolor, enrojecimiento y, en ocasiones, fisuras o grietas. Aunque suelen parecer un problema menor, las boqueras pueden ser bastante molestas, especialmente al abrir la boca o al ingerir alimentos. En algunos casos, su persistencia puede requerir atención médica.
En este artículo, profundizaremos en las causas, tipos, síntomas y tratamientos de las boqueras para que puedas identificarlas y saber cómo actuar ante su aparición. Además, incluiremos medidas preventivas y otros datos útiles para ayudarte a mantener una buena salud bucal.
¿Qué son las boqueras y cuáles son sus tipos?
Las boqueras, o queilitis angular, son lesiones inflamatorias que aparecen en las comisuras de los labios. Se manifiestan como áreas enrojecidas que pueden ir acompañadas de fisuras, costras e incluso sangrado en casos más graves. Aunque no suelen ser una afección grave, pueden dificultar actividades diarias como comer, beber o hablar.
Se clasifican en:
- Unilaterales: Aparecen solo en una comisura de los labios.
- Bilaterales: Afectan ambas comisuras al mismo tiempo.
Esta condición puede ser aguda, resolviéndose en pocos días, o crónica, persistiendo durante semanas o reapareciendo recurrentemente.
¿Por qué suelen aparecer?
Las causas de las boqueras son variadas y, en muchos casos, están relacionadas con múltiples factores. Algunos de los más comunes incluyen:
- Infecciones por hongos: El hongo Candida albicans prospera en ambientes cálidos y húmedos, como las comisuras de los labios expuestas a la saliva.
- Bacterias: Infecciones por bacterias como el Staphylococcus aureus también pueden desencadenar las boqueras.
- Sistema inmune debilitado: En personas inmunodeprimidas, como ancianos, bebés o pacientes con enfermedades sistémicas como VIH o diabetes, las boqueras son más propensas a aparecer.
- Deficiencias nutricionales: La falta de hierro, zinc o vitaminas del complejo B (especialmente B2 y B12) puede debilitar la piel y predisponer a esta afección.
- Prótesis dentales mal ajustadas o falta de piezas dentales: Estas condiciones pueden generar un entorno húmedo en las comisuras, favoreciendo la aparición de las boqueras.
- Factores externos: Climas extremos (frío, calor o viento), hábitos como morderse las comisuras o lamerse los labios, y la exposición prolongada al sol también contribuyen a su desarrollo.
- Factores emocionales: El estrés prolongado puede debilitar las defensas del organismo, favoreciendo la aparición de las boqueras.
Los síntomas principales de las boqueras
Las boqueras suelen manifestarse con los siguientes síntomas:
- Enrojecimiento y dolor en las comisuras de los labios.
- Presencia de fisuras o grietas que dificultan abrir la boca.
- Costras o supuración en casos más avanzados.
- Sensación de tirantez o ardor en la zona afectada.
- Mayor sensibilidad al consumir alimentos ácidos, salados o calientes.
Estos síntomas pueden empeorar si no se trata adecuadamente la causa subyacente.
Qué tratamiento tiene
El tratamiento para las boqueras depende de su causa subyacente:
- Infecciones fúngicas: Se utilizan antifúngicos tópicos como clotrimazol o miconazol. En casos más graves, se puede recurrir a antifúngicos orales.
- Infecciones bacterianas: Se aplican antibióticos tópicos o sistémicos según la gravedad de la infección.
- Déficit nutricional: La suplementación con vitaminas y minerales como hierro o riboflavina puede ser necesaria.
- Prótesis dentales: Es fundamental reajustarlas o reemplazarlas si son la causa del problema.
- Cuidado local: Mantener la zona limpia y seca, evitar lamerse las heridas y utilizar bálsamos hidratantes para proteger la piel.
En cualquier caso, es importante consultar a un médico o dentista para obtener un diagnóstico claro y un tratamiento adecuado.
Prevención y consejos prácticos
Para evitar la aparición de las boqueras, puedes seguir estas recomendaciones:
- Cuida tu nutrición: Asegúrate de consumir una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales esenciales.
- Higiene bucal: Mantén una buena salud bucodental y revisa regularmente tus prótesis dentales.
- Evita el estrés: Practica técnicas de relajación para reducir el impacto de factores emocionales.
- Protege tus labios: Usa bálsamos labiales hidratantes y bloqueadores solares para proteger la piel de los cambios climáticos.
Con estas medidas, puedes reducir significativamente el riesgo de sufrir de boqueras.
Las boqueras, aunque molestas, son una afección tratable y prevenible. Identificar las causas, aplicar el tratamiento adecuado y adoptar hábitos saludables son claves para resolver y evitar su reaparición. Recuerda que tu salud bucodental refleja el estado general de tu organismo, así que atender cualquier irregularidad es siempre una decisión acertada.