Es cierto que los errores forman parte de nuestra vida. Se dice que de ellos aprenderemos una buena lección, pero en ocasiones si los esquivamos también nos llevará a nuevos destinos. ¿Sabes por qué no alcanzas tus metas? Quizás por eso mismo, porque das con los tropiezos en forma de errores.
Este es algo que, cuando se trata de manera continuada puede dejarnos bastante inquietud. Lógicamente nos puede afectar y mucho. De ahí que todo lo que se pueda evitar, bienvenido sea. Si tienes unos objetivos, entonces vamos a ver cómo sí puedes cumplirlos. Vamos a analizar todo eso que está en nuestra vida y que no nos deja dar los pasos debidos.
No poner tus metas como objetivos principales
Quizás te pueda parecer una contradicción, pero también ocurre. Porque cuando tenemos unos objetivos y no los conseguimos en corto plazo, es cierto que dejamos de intentarlo poco a poco. Pues ahí entra en juego la denominada procrastinación. Eso de dejar de lado y pensar en retomarlo más adelante no es una de las mejores ideas. Si queremos algo, aunque cueste, tenemos que estar siempre dándole la importancia que tiene, poniéndolo en primer lugar. Por eso, siempre hay que hacer un buen estudio que debes poner en práctica y donde pensarás, no solo en el objetivo, sino en los posibles errores para que no te pillen desprevenida o desprevenido.
Hacer una y otra vez lo mismo
No alcanzas tus metas, lo sabemos pero, ¿Por qué sigues dando los mismos pasos? Es cierto que no siempre es sencillo hacer cambios, pero cuando ya lo hemos intentado todo y no lo conseguimos, antes de hundirnos debemos cambiar el plan. Son muchas las personas que se quejan de un trabajo, de una relación pero cada día siguen haciendo exactamente lo mismo. Entonces al final conseguirán estar en un bucle del que no podrán salir sin actuar de manera contraria, estudiando los fallos y buscando siempre las soluciones.
El miedo al fracaso
Todos y cada uno de nosotros le tiene miedo al fracaso en todos los ámbitos de su vida. Pero como hemos mencionado al comienzo, ese fracaso también forma parte de nuestro día a día. A nadie le gusta llegar a él, pero también lo podemos tomar como un impulso. Como una ayuda para saber que ese no es el camino, que hay otros. No siempre vamos a fracasar y en cada uno de esos tropiezos, hay que tener claro que el éxito estará mucho más cerca. El miedo al fracaso es algo habitual, pero hay que intentar manejarlo lo mejor posible.
Los objetivos concretos y a corto plazo
Los mejor es concretar siempre los objetivos y es que, cuando pensamos en algo general y a largo plazo es más habitual que los abandonemos antes de tiempo. De ahí que cuando es algo más concreto y con plazos más cortos, seguro que le ponemos más interés. Así que, aquí también entra en juego el refrán de que quién la sigue, la consigue. Pues en este tema no iba a ser menos. Además de que cada una de esas metas tiene que ser algo que realmente te motive.
¿Por qué no alcanzas tus metas?: visualiza siempre tu recompensa
Cada vez que creas que ya no tienes motivación, quizás pensar en el objetivo no sea suficiente. Así que, nada como visualizar la recompensa. Todo eso que te llevarás si llegas a dar ese paso que tanto ansías. Porque todos y todas tenemos nuestras metas en la vida. Algunos de manera profesional, otros de tipo personal o ambos. Pero todas ellas nos harán felices, cambiarán nuestra vida para mejor. Así que, esa recompensa, ese fin, será el que te motive a no dejarte caer.