Seguro que es una pregunta que te haces de manera habitual, sobre todo cuando te acuestas temprano y duermes realmente. A veces es inevitable que cuando suena el despertador nos sentimos realmente cansados, como si la noche no nos hubiera llegado a nada. Y sí, a veces puede haber otras muchas circunstancias de las que piensas. ¿Por qué me cuesta levantarme de la cama?
Seguro que en la primera en la que estás pensando se trata de madrugar, de pensar en tener que comenzar la rutina de nuevo. Sí, es un gran motivo de peso pero puede haber otras causas todavía más importantes y más ocultas que harán que el levantarse de la cama sea toda una Odisea. ¡Descubre cuáles son esos motivos tan importantes!
Por qué me cuesta levantarme de la cama: posible depresión
Es cierto que no lo podemos decir ni hablar de ella a la ligera, porque es una enfermedad bastante complicada. La depresión puede hacer que nuetro cuerpo no tenga ganas de nada, porque no tiene la suficiente motivación para dar el paso. De ahí que ya no solo es la sensación de sentirte mucho más cansado de lo habitual sino que hay algo que te impide salir de cama y desde luego, puede venir derivado por esta enfermedad. Esto es debido a la falta de energía pero sin duda, hay mucho más tras de sí, por lo que se necesita de un médico especialista para que nos paute los pasis que debemos dar.
La ansiedad
Ese miedo irracional, esa sensación de que algo malo ocurre en ti o a tu alrededor puede derivar en ansiedad. Por lo que estamos ante otro de los graves problemas que una persona puede sentir. Podemos decir de ella que se trata de una protección del cuerpo ante ese miedo que aparece casi sin previo aviso, pero desde luego, no es nada agradable. De ahí que es otra de las razones por las que me cuesta levantarme de la cama cada mañana. Porque debido a esos supuestos problemas en tu cabeza, el cuerpo no descansa ni duerme las horas necesarias y el cansancio se apodera de ti.
Un trastorno en el estado de ánimo
A veces no llegamos a hablar de ansiedad y tampoco de depresión, pero sentimos como que el mundo se nos cae encima. En ocasiones tan solo es cuestión de las estaciones. Sí, el cambio de tiempo puede hacer mella en nuestro cuerpo, ya que no es lo mismo cuando los días están soleados y llenos de luz que cuando los vemos grises o amanece mucho más tarde. Todo ello también tiene un impacto en nuestra vida y cuerpo, de manera que puede afectar a las ganas de levarnos de la cama.
Consecuencias del hipotiroidismo
Sí, la tiroides también puede hacer de las suyas en diferentes momentos y aspectos. Por lo que en este caso no iba a ser menos. Cambia nuestro metabolismo y al mismo tiempo, puede producir más sueño pero también más cansancio que se traduce en fatiga. Por lo que tendremos esa sensación que nos levantamos más agotados de lo que nos hemos dormido. Ya sabes que la solución será acudir al médico, que te hagan una analítica y a partir de ahí que te den los mejores pasos a seguir para cambiar esto.
Falta de vitaminas como la B12
Es cierto que una falta de vitaminas en nuestro cuerpo se puede notar a través de diferentes síntomas. Uno de ellos es ese cansancio extremo a primera hora de la mañana y que también se podrá notar según avanza el día. Cuando nos vamos haciendo mayores, todavía se notará más y la falta de la vitamina B12 puede generar esa sensación de tener el cuerpo agotado. La carne de hígado, las almejas o el aguacate y arándonos pueden ser algunas de las fuentes a tener en cuenta.