¿Has oído hablar de las polillas alimenticias? Son unas pequeñas e indeseables mariposas que aparecen en la despensa y pueden contaminar los alimentos que allí guardamos. Si las has sufrido alguna vez, evita que vuelva a suceder. Con nuestros consejos para controlar las polillas en la despensa tienen los días contados
Comer alimentos contaminados nunca es agradable y puede causarte además graves inconvenientes. Por eso en Bezzia compartimos contigo hoy sencillos consejos para prevenir y acabar con las conocidas como «polillas de la comida».
¿Cómo son las polillas alimenticias?
Las polillas alimenticias son lepidópteros, es decir, insectos holometábolos con metamorfosis completa capaces de pasar del huevo, a la larva y a la crisálida antes de alcanzar el estado adulto. Tienen cuerpo cónico como podéis comprobar en la siguiente imagen, seis patas en el tórax y diez pseudopatas en el abdomen.
Gracias a la seda que emite el filamento situado bajo el labio, recubren los alimentos y se protegen durante toda su transformación. No es difícil sin embargo detectarlas, ahora si lo haces cuando además de seda hay ya excrementos, polvo y restos de capullos en las superficies cuidado por la que situación podría ya ser grave.
¿Qué problemas causan?
Cuando entran en las despensas como larvas contaminan los alimentos al soltar sobre ellos esas sedosas rebabas que las caracteriza. Es la fase, sin duda, en la que mas daño causan, pero no en la única en la que dañan los alimentos ya que en las fases más avanzadas, es posible que pierdan sus capullos, escamas y pelos sobre estos.
En caso de ingerir estos elementos, se pueden sufrir síntomas como náuseas o dificultades intestinales. Y no creáis que sólo contaminan aquello que esta al aire y tiene una textura blanda, no. Consiguen perforar ciertos envases y recubrimientos por lo que se convierten en una importante amenaza.
Cómo prevenirlas
Para prevenirlas lo ideal es almacenar los alimentos en la despensa en recipientes de cristal y herméticos. No dejes nunca los alimentos en sus envoltorios, especialmente si son de cartón o papel, cuando los compres en el supermercado.
Existen alimentos que atraen a estas polillas como son el arroz, la harina, las pastas, los granos, los cereales y las legumbres, ya que poseen nutrientes necesarios para estas, así que procura que estos siempre estén en recipientes de cristal herméticos. Además podrían sentirse también atraídas por frutos, semillas, raíces, el néctar o la miel.
La limpieza, por supuesto, es otra de las claves para prevenir estas polillas en la despensa. Además de limpiar con agua y jabón como lo harás habitualmente, hacerlo de vez en cuando con una solución de agua y vinagre es una excelente solución.
Además, hay olores que gustan muy poco a estas polillas de la comida y que puedes utilizar para ahuyentarlas como el de las hojas de laurel, las cáscara de naranja, los clavos o discos de algodón empapados en aceites esenciales perfumados con menta, hierba limón o eucalipto.
Cómo eliminarlas
¿Tenes polillas en la despensa? Vacía la despensa, examina cuidadosamente los alimentos secos y tira aquellos que estén contaminados. Los que estén limpios guárdalos en recipientes limpios de cristal con cierre hermético.
Después, pasa el aspirador de mano todas las superficies y una vez hecho asegúrate de limpiar con un paño húmedo y un poco de vinagre las superficies y los recipientes contaminados. Y deja que la mezcla actúe durante un rato antes de aclarar las superficies y secarlas.
Tira a la basura todo lo que se ha recogido la aspiradora, junto con los alimentos contaminados que hayamos desechado anteriormente. También puedes tirar el paño que has usado para limpiar las superficies para evitar problemas, aunque puedes meterlo en un baño con agua y lejía para desinfectarlo.
Aquellos alimentos que crees que están intactos y pueden llevarse al congelador, ¡congélalos! Al menos durante una semana para asegurar que no se reproducirán más larvas. Después coloca algunas trampas para polillas y asegúrate de seguir los pasos para prevenirlas.
¿Sigues teniendo polillas? ¿No han desaparecido del todo? En ese caso quizá no tengas otra opción que contactar con un fumigador.