¿Has oído hablar de los pensamientos intrusivos? Quizás los conoces o los has sufrido y entonces ya sabes de qué hablamos. Sea como fuere, necesitas conocer un poco más sobre ellos, qué es lo que realmente los causa y cómo podemos evitarlos. Porque realmente cuando aparecen no suelen traernos nada nuevo sino todo lo contrario y es que se centran en cosas totalmente negativas.
Algo que intentamos dejar atrás pero que a veces llegan sin pensar y nos preocupan más de la cuenta. Pues bien, es el momento de que descubras las causas de los mismos y que pongas todo tu empeño en que no vuelvan a aparecer. Porque si no los controlas, pueden derivar en problemas mayores. ¡Seguro que a partir de ahora todo va a cambiar!
Qué son los pensamientos intrusivos
Se trata de una serie de pensamientos que aparecen y que nos preocupan más de la cuenta. Pero que realmente no tienen un origen en un problema, es decir, que no hay un problema base a partir del cuál pueden aparecer. Por eso, son muy habituales en personas que sufren de ciertos trastornos, de ansiedad o depresión entre otros. Dependiendo del contenido de estos pensamientos, es cierto que nos podemos encontrar con una gran variedad, pero sin duda, los más comunes son los que tienen connotaciones negativas. Nos hacen creer que todo va mal, que no hay salida y nos obligan a crear una especie de bucle pero sin mayor fundamento. Así que podemos decir que es una manera de preocuparnos por algo que realmente no tiene preocupación posible.
Qué ocasionan los pensamientos intrusivos
Sin duda, el origen de unos pensamientos como estos los tiene la ansiedad o la depresión, como antes mencionamos. Porque cuando sufrimos alguna de ellas, no podemos ver nada positivo de nosotros ni tampoco de nuestra vida. De manera que cada vez que pensamos en negativo, todo se volverá en nuestra contra y lo que vamos a conseguir es que un simple pensamiento se convierta en un grave problema. El miedo es otro de los grandes culpables, porque en lugar de abrir nuestra mente, hará todo lo contrario. Lo que nos convierte en unas presas del mismo.