Si a veces sientes la necesidad de picotear entre horas, este paté de remolacha y yogur te dará la tranquilidad de poder hacerlo de una forma saludable. Además no cuesta nada hacerlo y se puede conservar en la nevera varios días.
Es muy sencillo de preparar y es muy vistoso por el color que le da la remolacha, genial para fiestas y sorprender a tus invitados con ideas nuevas. Es ligero para el estómago, así que también lo podremos acompañar de otros platos más pesados en una comida o una cena.
Ingredientes:
- 3 remolachas.
- 1 yogur griego natural.
- 1-2 dientes de ajo.
- 1 cucharada de comino en polvo.
- 1/2 limón.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Una pizca de sal y pimienta.
- Algunas semillas de sésamos tostado.
Preparación del paté de remolacha y yogur:
Lo primero que vamos a hacer es cocer las remolachas. También podemos comprarlas ya cocidas en envases al vacío. Procuraremos que sean las 3 del mismo tamaño para que así tengan el mismo tiempo de cocción. Cortamos sus tallos y las lavamos bien bajo el grifo para eliminar la tierra de la piel. Introducimos las remolachas en un cacerola y las cubrimos de agua. Calentamos la cacerola a fuego alto y las hervimos de 15 a 20 minutos. Dependiendo del tamaño necesitarán más o menos tiempo. Una vez cocidas, las escurrimos y las dejamos enfriar.
Pelamos las remolachas cocidas y las traspasamos al vaso de la batidora. Agregamos también, el zumo de medio limón, el yogur griego y el aceite de oliva. Le hacemos un corte al diente de ajo a lo largo y le extraemos el germen, para evitar que se repita y lo incorporamos junto al resto en la batidora. Si nos gusta el sabor picante pondremos 2 dientes, pero en principio es mejor poner sólo uno y probar.
Trituramos todo hasta que quede una crema fina. Aderezamos ahora, con sal, pimienta y comino molido. Esto también va un poco al gusto, así que comenzaremos poniendo un poco de cada e iremos añadiendo más si fuera necesario. Mezclamos con una cuchara y vamos probando el sabor.
Ya tenemos listo el paté de remolacha. Para presentarlo, lo ponemos en un bol o cuenco y lo adornamos por encima con unas semillas de sésamo tostado y un hilo de aceite. Sus acompañamientos ideales son el pan tostado, nachos, galletas saladas o palmitos de zanahoria cruda.