Los pastelitos de limón son una de las recetas más deliciosas y refrescantes que puedes preparar en casa, especialmente cuando buscas algo ligero pero con mucho sabor. Esta receta sin horno no solo resulta ideal para los meses de verano, sino también para cualquier ocasión en la que quieras sorprender a tus amigos y familiares con un postre espectacular. Lo mejor de todo es que son aptos para principiantes, ya que no requieren un gran dominio de la repostería y su elaboración es muy sencilla. Solo necesitas batir, mezclar y dejar que la gelatina haga su magia durante toda la noche en la nevera.
Además de su sabor cítrico y refrescante que ofrece el mousse de limón, estos pastelitos destacan por su base clásica, elaborada con galletas trituradas y mantequilla. Aunque el queso crema y la leche condensada que forman parte del relleno los hacen más calóricos, el equilibrio entre dulce y ácido garantiza que el resultado final sea ligero al paladar y sumamente adictivo.
Tiempo, dificultad y raciones
- Tiempo de elaboración: 40 minutos + una noche de reposo.
- Dificultad: Fácil.
- Raciones: 9-12 porciones, dependiendo del tamaño al cortar.
Ingredientes
Para la base:
- 140 g de galletas Digestive (opcionalmente puedes usar galletas tipo María si prefieres un sabor menos salado).
- 60 g de mantequilla derretida.
Para el relleno:
- Zumo de dos limones.
- Ralladura de un limón (asegúrate de no incluir la parte blanca para evitar amargor).
- 250 g de queso crema.
- 300 g de leche condensada.
- 5 hojas de gelatina neutra.
- 2 claras de huevo.
- 30 g de azúcar.
Paso a paso para preparar los pastelitos de limón
Preparando la base:
- Tritura las galletas con la ayuda de un procesador de alimentos o colocando las galletas en una bolsa hermética y aplastándolas con un rodillo.
- Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla homogénea y húmeda.
- Forra un molde cuadrado (24 x 24 cm) con film plástico y vierte la mezcla. Presiona firmemente con la base de un vaso o una cuchara para que quede nivelada y compacta.
Preparando el relleno:
- Hidrata las hojas de gelatina en un bol con agua fría siguiendo las instrucciones del fabricante.
- En un cazo, mezcla el zumo de limón, la ralladura, el queso crema y la leche condensada. Calienta la mezcla a fuego lento, removiendo constantemente.
- Una vez caliente, retira el cazo del fuego y disuelve en él las hojas de gelatina escurridas. Deja enfriar a temperatura ambiente.
- Mientras tanto, bate las claras de huevo hasta que alcancen un punto de nieve y añade el azúcar poco a poco, formando un merengue suave pero firme.
- Incorpora la mezcla del cazo, ya fría, al merengue, mezclando con movimientos envolventes para evitar que pierda volumen.
Montaje y reposo:
- Vierte la mousse de limón sobre la base de galletas, alisa la superficie dando pequeños golpes al molde sobre la encimera y lleva a la nevera durante toda la noche.
- Al día siguiente, desmolda con cuidado y corta en porciones al gusto.
Consejos y trucos para unos pastelitos perfectos
- Utensilios adecuados: Para garantizar que se desmolden fácilmente, utiliza un molde desmontable o cúbrelo adecuadamente con film de cocina.
- Gelatina bien disuelta: Es importante que la gelatina se disuelva completamente para evitar grumos en la mousse. Si tienes dudas, puedes colar la mezcla antes de incorporarla al merengue.
- Decoración opcional: Decora los pastelitos con ralladura de limón, hojas de menta fresca, o incluso pequeños trozos de frutas como fresa para un contraste de color y sabor.
Estos pastelitos de limón sin horno son una opción excelente para quienes desean disfrutar de un postre delicioso y refrescante sin complicaciones. Su combinación de sabores y texturas hará que se conviertan en un éxito en cualquier reunión. Además, al ser una receta sencilla, puedes personalizarla a tu gusto, experimentando con otros ingredientes o decoraciones. ¡Anímate a prepararlos y conquista a todos con esta delicia cítrica!