
No solo tu cuerpo es quien pide la ayuda de un buen masaje para eliminar el estrés. Tu rostro también lo necesita y por ello, hoy nos vamos a dejar llevar por el masaje facial. Aprenderemos los mejores pasos a dar y luego, disfrutaremos de todas las ventajas que nos ofrecen.
El masaje facial hará que sintamos nuestra cara más relajada y digamos adiós a las líneas de expresión. Sí, también sirve para poder retrasar los signos de envejecimiento. En cuanto lo pongan en práctica, verás cómo ya no puedes estar sin él. Estimula, relaja y dice adiós a las arrugas, ¿qué más podemos pedirle?
Para qué sirve el masaje facial
El masaje facial es fundamental para estimular los músculos del rostro. De este modo, nos dejará una piel más joven y radiante. Sobre todo si lo combinamos con una exfoliación cada semana, así como aplicar cremas hidratantes cada día, para poder mantener su nivel de humedad justo. Seguro que todo ello lo tienes más que presente, pero te faltaba por descubrir el masaje facial. A partir de ahora, también formará parte de tu rutina de belleza.
El masaje facial tiene múltiples beneficios que abarcan desde la salud hasta la estética. Entre sus principales funciones se encuentran:
- Estimulación muscular: Ayuda a tonificar el rostro, previniendo la flacidez y manteniendo una apariencia firme y joven.
- Mejora de la circulación sanguínea: Esto garantiza una mejor oxigenación y transporte de nutrientes, haciendo que la piel luzca más radiante y saludable.
- Relajación de los músculos faciales: Ideal para liberar tensiones acumuladas, previniendo líneas de expresión y arrugas.
- Drenaje linfático: Facilita la eliminación de toxinas, reduciendo la hinchazón, especialmente en áreas como los ojos y la mandíbula.
No podemos olvidar que mejora la circulación de la cara, reduce la tensión y elimina o previene las arrugas. Gracias a este tipo de masajes, el oxígeno se transporta mejor a todos los rincones y la piel se verá mucho más tersa. Además, si combinamos el masaje facial con una rutina de cuidados como exfoliaciones semanales y cremas hidratantes diarias, el resultado será una piel más tersa, luminosa y equilibrada.
También hay beneficios adicionales que merecen la pena mencionar:
- Prevención del envejecimiento prematuro: Reduce significativamente la aparición de arrugas finas gracias a la estimulación del colágeno y la elastina.
- Rejuvenecimiento natural: Mejora la textura de la piel y restaura su brillo natural.
- Alivio del estrés: Al actuar sobre los puntos de presión, no solo relaja el rostro, sino también la mente.
Si quieres profundizar en los beneficios del masaje facial, consulta nuestra guía completa para aprovechar todas sus ventajas.
Pasos para realizar un buen masaje facial en casa
Es cierto que pueden ser muchos los pasos a tratar. Sobre todo cuando nos ponemos en manos de profesionales. Pero si estás decidido a hacerlo tú mismo en casa, lo primero que debes hacer es aplicar un poco de aceite en tus manos y retirar todo el cabello hacia atrás. Busca un lugar tranquilo, donde puedas cerrar los ojos y desconectar unos minutos.
Si bien acudir a un profesional en estética siempre es una gran opción, aprender a realizar un masaje facial en casa es una habilidad valiosa. Antes de empezar, asegúrate de seguir estos pasos previos:
- Limpieza del rostro: Lava tu cara con un limpiador facial adecuado para tu tipo de piel. Es fundamental partir de una piel limpia para evitar obstrucciones.
- Exfoliación: Realiza una exfoliación suave para eliminar las células muertas y facilitar la absorción de los productos que utilizarás.
- Preparación de los productos: Usa un masajeador facial, un rodillo de jade o simplemente tus manos. Opta por aceites naturales como el aceite de argán para piel seca o aceite de oliva por sus propiedades hidratantes.
Ahora bien, sigue estos pasos específicos para un masaje facial efectivo:
- Pellizcos suaves: Con las yemas de los dedos, realiza pellizcos en áreas clave como las mejillas y la frente. Esto estimula la circulación.
- Movimientos circulares ascendentes: Desde el mentón hasta las sienes, realiza movimientos suaves con las yemas de los dedos para reafirmar la piel.
- Presiones en puntos estratégicos: Presiona ligeramente las sienes, el área del lagrimal y los pómulos durante unos segundos. Repite varias veces.
- Masaje en la mandíbula y el cuello: Realiza movimientos ascendentes para prevenir flacidez en esta zona.
Si no tienes demasiado tiempo, entonces siempre puedes optar por masajear la frente desde la parte central hacia los laterales. Recuerda que aquí se suele acumular mucha tensión. Luego, desde la nariz hacia los lagrimales y prestando atención a la parte inferior del ojo. Así vamos a prevenir las bolsas en esta zona. Finalmente, desde la barbilla y hasta la altura de las orejas, también realizaremos un suave masaje circular que apenas nos llevará un par de minutos.
Incorpora estas prácticas en tu rutina diaria de belleza. También puedes aprender sobre ejercicios faciales para un rostro más firme para complementar tu masaje facial.
Técnicas de masaje facial
Existen varias técnicas específicas que puedes utilizar según tus necesidades:
- Drenaje linfático: Ideal para reducir la hinchazón y eliminar toxinas.
- Kobido: Un masaje tradicional japonés que combina movimientos rápidos con lentos para rejuvenecer el rostro.
- Masaje relajante: Movimientos suaves y largos que alivian el estrés.
Deja que el masaje facial se convierta en una parte esencial de tu rutina de belleza para disfrutar de una piel saludable, joven y radiante.
