La Semana de la Moda de París, una de las pasarelas más esperadas del calendario mundial, ha vuelto a ser escenario de las propuestas más impactantes de las firmas de moda internacionales. La edición de la primavera-verano 2016 destacó por su mezcla de estilos, contrastes y una fuerte carga de innovación, tanto en los diseños como en las puestas en escena. Desde el clasicismo reinventado de Dior hasta las atrevidas apuestas de Saint Laurent, la diversidad fue la protagonista. Te invitamos a recorrer los momentos más memorables de esta edición que, sin duda, marcó tendencia.
Dior: La elegancia en su máxima expresión
El desfile de Dior, bajo la dirección creativa de Raf Simons, fue una demostración magistral de cómo reinterpretar los códigos clásicos de la marca con una mirada contemporánea. La colección exploró el equilibrio entre el minimalismo y la complejidad de las formas. Destacaron los contrastes entre blanco y negro, con prendas que alternaban el refinamiento de los trajes impecables y elegantes con piezas de inspiración deportiva. Simons también apostó por la armonía de los tejidos tecnológicos y las siluetas trabajadas, mostrando que la sofisticación puede encontrar un nuevo lenguaje en lo moderno.
El escenario fue igualmente impresionante. Bajo la cúpula de una sala del Louvre, el espacio se transformó en un jardín con césped natural y paredes cubiertas de miles de flores azules, un ambiente onírico que evocaba la esencia de Christian Dior como amante de la jardinería.
Balenciaga: Despedida con estilo
Esta temporada fue especial para Balenciaga, ya que marcó la despedida de Alexander Wang al frente de la casa tras tres años. Wang presentó una colección que rindió homenaje al fundador de la marca, Cristóbal Balenciaga, a través del uso exhaustivo del color blanco. Este tono no solo simbolizó una limpieza estética, sino también un guiño a la tradición de la firma.
La propuesta incluyó prendas lenceras, como camisones de encaje con motivos florales, combinadas con elementos deportivos. La estética sleepwear destacó como una de las tendencias más interesantes, combinando intimidad y funcionalidad. Con este desfile, Wang dejó claro que su paso por Balenciaga fue una mezcla de innovación y respeto por las raíces de la firma.
Alexander McQueen: Romanticismo etéreo
La diseñadora Sarah Burton continuó su impecable legado en Alexander McQueen, reafirmando su capacidad para mantener viva la esencia del diseñador mientras aporta su propio toque personal. La colección primavera-verano 2016 transportó a la audiencia a un universo de cuentos de hadas, con diseños que evocaban a princesas y hadas etéreas.
Los vestidos plagados de volantes, flores bordadas y estampados narrativos impregnaron la pasarela de un aire romántico y poético. El trabajo artesanal fue uno de los grandes protagonistas, destacando la elaboración de tejidos vaporosos y cortes minuciosos que recordaban la atención al detalle que siempre caracterizó a la firma.
Loewe: Libertad creativa
En su tercera colección para Loewe, el diseñador J.W. Anderson demostró que la experimentación es el motor del éxito. Anderson presentó una sorprendente mezcla de texturas y materiales, desde tejidos tecnológicos hasta incrustaciones de cristales, pasando por atrevidas transparencias.
Uno de los momentos más memorables fue la introducción de prendas disruptivas, como pantalones completamente transparentes, que desafiaron las normas tradicionales de la moda. Sin embargo, estas propuestas atrevidas se equilibraron con piezas más convencionales, como suéteres de punto y pantalones de cuero, que reafirmaron el compromiso de Loewe con la funcionalidad y el lujo.
Valentino: Belleza exótica
La elegancia, el romanticismo y los guiños a culturas foráneas definieron la colección de Valentino para esta temporada. Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli apostaron por una propuesta que celebraba la cultura africana a través de sus estampados tribales, plumas y accesorios de inspiración étnica.
Los diseños en tonos oscuros, contrastados con colores intensos y detalles exquisitos como transparencias y escotes en V, reforzaron la identidad de Valentino como un sinónimo de sofisticación y feminidad. Los flecos y los encajes añadieron un toque moderno a los looks, asegurando que cada diseño fuera único y memorable.
Giambattista Valli: La versatilidad del vestido
El vestido fue el gran protagonista en la colección primavera-verano de Giambattista Valli. Su repertorio incluyó minivestidos con motivos de rejilla y estampados florales, así como detalles como cuellos camiseros y tejidos vaporosos, lo que reflejó la versatilidad y el dinamismo de su estilo.
Para cerrar el desfile, una modelo lució un impresionante vestido mostaza con escote, que se convirtió en uno de los momentos más destacados de la pasarela, con la participación de la famosa modelo Gigi Hadid.
Balmain: Glamour contemporáneo
La colección de Balmain tuvo lugar en un momento culminante, gracias a la colaboración del diseñador Olivier Rousteing con H&M, que atrajo la atención de las celebridades y medios de comunicación. El desfile, repleto de modelos icónicas como Kendall Jenner y Gigi Hadid, mostró un uso audaz del ante como tejido estrella de la próxima temporada.
Rousteing continuó apostando por una estética sexy y poderosa, orientada a mujeres con un fuerte espíritu de amazonas, lo que reafirma la identidad contemporánea de Balmain.
Saint Laurent: Princesas rockeras
Hedi Slimane sorprendió al público con una colección que combinó a la perfección lo rebelde con lo refinado. Las princesas rockeras de Saint Laurent irrumpieron en la pasarela con tiaras, vestidos plateados y toques de lentejuelas combinados con chaquetas de cuero y botas.
La estrategia de Slimane, que mezcla juventud, audacia y un estilo de vida irreverente, ha permitido que la firma no solo mantenga su relevancia, sino que también duplique sus ventas en tres años. Este enfoque arriesgado pero calculado consolida a Saint Laurent como una referencia en la moda juvenil y moderna.
La Paris Fashion Week primavera-verano 2016 dejó claro que la industria está en constante evolución. Desde homenajes a la tradición hasta propuestas que desafían los límites de la moda, esta edición fue un escaparate de creatividad y talento. Las firmas participantes han marcado el rumbo de las tendencias globales, dejando una huella imborrable en el mundo fashionista.