Yöli & Otis es una firma a la que seguimos la pista hace un años pero de la que aun no os habíamos dado buena cuenta en Bezzia. Una firma australiana que se diferencia de otras por el uso de tejidos 100% orgánicos para la confección de cada una de sus prendas.
La filosofía de esta firma familiar es, sin duda, una buena razón para darle una oportunidad, pero no la única. Los amantes del lino y de los colores naturales encontrarán en la última colección de Yöli & Otis, L’Art De Vivre, numerosas posibilidad para completar su armario este próximo verano.
Tejidos orgánicos
Yöli & Otis se caracterizó desde su inicio por utilizar textiles 100% orgánicos y sin químicos. Los textiles se tiñen de forma tradicional con hierbas como la cúrcuma, la alheña, el aloe vera y el añil, evitando los químicos en todo el proceso. Se obtienen así tejidos con colores mas ricos y 100% seguros.
Prendas clave de la colección
El top Ludivine es una de las prendas de la nueva colección de Yöli & Otis que nos encantaría tener en nuestro armario. Confeccionado en lino, se ciñe a la cintura y presenta un bonito detalle en el escote. Lo podéis encontrar en el catálogo combinado con faldas cruzadas y shorts con cintura elástica.
Los pantalones con cintura elástica y cordón se convierten en una gran aliado para disfrutar con comodidad del verano y en la nueva colección de la firma hay donde elegir. Podrás combinarlos con románticas blusas de lino con mangas abullonadas, chalecos en crepé de seda o blazers con cinturón mientras los días sigan siendo fresquitos.
En la colección L’Art De Vivre también encontraréis una interesante colección de vestidos. Llaman la atención entre estos los modelos Jaala y Marvin. El primero está abierto por los laterales y el segundo presenta topos y lazos en los hombros que le dan una apariencia romántica.
El único pero de esta firma es que no es barata. Los diseños tienen un precio elevado dada la calidad de los tejidos con el que se fabrica cada prenda y a ese precio debemos añadir, además, el envío desde Australia. Algún pero tenía que tener, ¿verdad?