Son muchas las personas que cuando sucumben a la tristeza o a la depresión sienten que no son importantes, que no tienen valor en el mundo. En realidad, el valor te lo creas tú y solo tú debes sentir que vales. Lo que otros piensen es secundario y tampoco debe importante más de la cuenta. No puedes subestimar tu valor en el mundo porque aunque creas que eres insignificante en realidad eres un gigante para aquellos que menos te lo esperas.
Si crees que no tienes importancia en el mundo, entonces necesitas aprovechar la oportunidad para encontrar nuevas razones para vivir cuando sientes que no puede continuar. Tienes un valor intrínseco en el mundo y esto no debes quitarlo de tu perspectiva. Evidentemente tu vida es muy importante y debes valorarla por ello.
Tu vida y tu valor
No estés tan seguro de que tu vida sea tuya. No te posees como posees un objeto. Si eres religioso, tal vez tu vida pertenece a un poder superior. O si no eres religioso, quizás sea de tus seres queridos o de alguna causa mayor. Tienes una obligación moral contigo mismo como lugar de valor divino.
Tienes un valor increíble solo por ser tú. No necesita lograr nada para tener valor. No necesitas estar en una relación para tener valor. No necesitas tener éxito, ganar más dinero o ser lo que puedes juzgar como un buen padre. Solo tienes que seguir viviendo. Solo necesitas comenzar a actuar con amabilidad. Es suficiente ser un participante en la vida y contribuir a los que te rodean.
Siempre hay razones para vivir
Con el tiempo, esta nueva actitud creará una oleada de impulso en tu vida. Comenzarás a comprender naturalmente tus razones para vivir. Podrás articularlos contigo mismo y con los que te rodean. Si alguna vez has pensado que la vida es demasiado dura como para seguir viviendo, recuerda una cosa: todo pasa. Las circunstancias en la vida evolucionan, cambian… están en un flujo constante que no se detiene ante nada.
El tiempo no se para, y la vida tampoco. Lo que hoy te parece un mal momento, mañana se puede convertir en un gran aprendizaje que te ha hecho avanzar para estar en un sitio mejor. Un sitio donde tu valía realmente tiene un significado y donde puedes sentirte bien: tú mismo.
Compromiso contigo mismo
Por ahora, solo necesitas comprometerte contigo mismo y saber que tu vida tiene valor. Solo necesitas tomar la decisión de que tus mayores desafíos pueden ser tu mayor oportunidad. Solo debes comenzar a contribuir en la vida de los demás actuando con un poco de amabilidad. De esta manera, tu vida cambiará lentamente, para mejor. Con el tiempo, mirarás hacia atrás en este momento como uno de los momentos más transformadores y poderosos de tu vida.
Por este motivo, recuerda siempre que tienes mucho valor. Para ti y para los demás. Solo decide cómo contribuir en tu entorno para que los demás sepan lo importante que eres. Pon de tu parte, porque la vida merece la pena vivirla.