No es lo mismo una rabieta de comportamiento que una crisis sensorial

nena con rabieta sensorial

Como padres, generalmente podemos reconocer cuándo nuestro hijo está teniendo una rabieta. Normalmente cuando escuchan la palabra “no” lo activa y se convierten de un alma preciosa a un monstruo de ojos rojos y cara salvaje. Algo, generalmente escuchando la palabra «no», los activará. Y de repente se convierten en un alma en pena de ojos rojos y cara salvaje. Y hay algo más que podría hacer que actúen de manera similar, una crisis sensorial. Las crisis generalmente provienen de una fuente menos directa. ¿Pero cómo se nota la diferencia? Hay algunos indicadores clave.

Es muy difícil para los padres y muchos profesionales diferenciar entre un colapso sensorial y una rabieta. Es importante tener en cuenta que aunque pueden parecer similares, las rabietas y las crisis sensoriales son diferentes.

Una rabieta tiende a estar relacionado con un deseo o una necesidad. Si tu hijo siente que necesita cinco minutos extras para jugar, pero es hora de bañarse, es probable que tenga una rabieta para tratar de salirse con la suya. Una crisis sensorial es a menudo una reacción a una situación. Si estás en una tienda llena de gente y tu hijo simplemente se desmorona aparentemente de la nada, es probable que sea una crisis sensorial.

Hay tres formas principales de diferenciar entre una rabieta de una crisis sensorial.

Te vamos a contar a continuación cómo distinguir la diferencia entre una crisis sensorial y una rabieta:

Intensidad de la rabieta

No hay duda de que las rabietas pueden ser intensas, pero los niños generalmente tienen un nivel de conciencia durante la rabieta. Una rabieta puede incluir gritos, pisotones o golpes para tratar de obtener lo que quieren. Del mismo modo, las crisis pueden tener lo mismo, pero comenzarán a 100 y continuarán escalando.

Duración de la rabieta antes de que el niño se calme

Un niño que tiene una rabieta puede detenerse relativamente rápido si se da cuenta de que no se le está dando lo que quiere. Si le ignoras y se agota, es probable que tenga una rabieta. Las crisis probablemente dificultarán calmar al niño. Es posible que debas alejarle de cualquier cosa que le cause sobreestimulación (es decir, sacarlos de una tienda) para comenzar a calmarlos.

nena con rabieta

Frecuencia: si las rabietas persisten durante un período prolongado de tiempo

Las rabietas, especialmente con niños pequeños, son comunes. Las están usando como una forma de probar los límites. Lo más probable es que si no se salen con la suya cuatro veces, al menos dos de esas veces provocarán una rabieta. Las crisis no son tan frecuentes.

Ya sea un berrinche o un colapso, tener un plan para manejarlo es clave para los padres. Reconocer sus sentimientos es lo más importante, pase lo que pase. El seguimiento variará, dependiendo de la situación. Con las rabietas, siempre hay que ser firme en tu negación. De esta manera, eventualmente aprenderán que tener una rabieta no es una forma efectiva de obtener lo que quieren.

Las crisis a menudo requieren un cuidado más suave. Debido a que los niños no tienen control sobre una crisis, debes atenderles donde están. Si eso es simplemente hacer que respiren profundamente hasta que se calmen, o retenerlos para proporcionarles un espacio seguro, deberás hacerlo en el momento.


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