Necesitamos algo más que el amor para que una relación perdure. Es posible que esta frase llame la atención a más de una de nuestras lectoras. Es común que a lo largo de nuestra vida nos intenten convencer con aquello de «con amor todo se supera, el amor todo lo vence».
Estamos seguros de que a día de hoy, y después de todas tus experiencias, has comprendido que amar a alguien no es garantía para ser felices. Hay amores inmaduros, amores que no saben construir y hacer pareja, y sin duda, hay también amores tóxicos. Hoy en «Bezzia» te invitamos a profundizar en el tema.
Índice
Cuando el amor ya no es suficiente
Analicemos con detalle qué dimensiones son las que pueden hacernos ver que a veces, el amor no es suficiente.
Falta de comprensión y respeto
Hay quien ofrece amor pero no respeto. Hay quien confunde amor con dominación y con control. Es común que se creen relaciones de pareja basadas en ese amor pasional donde en realidad, no hay un auténtico compromiso con la otra persona:
- Un compromiso basado en el respeto y en el reconocimiento de nuestra pareja.
- No se permite el crecimiento personal, no se le ofrece espacio, respeto o atención.
- Es un amor que domina, que ejerce una manipulación sutil para retener a la otra persona al lado de uno. Temen que los abandonen, y por ello desconfían y controlan. Existe amor, pero es un amor tóxico.
Comunicación inadecuada o escasa habilidad para «comunicar afectos»
Cuando existen problemas de comunicación, generalmente es algún miembro de la pareja el que sufre esta carencia y el otro el que no sabe desplegar adecuadas estrategias.
Uno se defiende con aquello de «pero si yo hablo mucho», y la otra persona expresa aquello de «pero no sabes decir lo que necesito…». Hay un intercambio no efectivo de información donde la pareja, lejos de crecer va notando distancias.
- La comunicación es en estos casos muy escasa o falta de contenido emocional. No se comunican pensamientos, deseos, informaciones básicas para que la pareja conecte y pueda crecer.
- Sin una adecuada comunicación no podemos conocernos el uno al otro en profundidad, no podemos solucionar problemas…
Falta de complicidad y mismos valores
Para construir una pareja, no es necesario compartir las mismas aficiones. No hace falta que a los dos nos guste el deporte, el azúcar en el café o los paseos a bajo la lluvia. El respeto, el cariño y la admiración hace que vayamos compartiendo esos mismos espacios, y si no nos gusta, podemos no hacerlo con total libertad y sin ser sancionados.
Ahora bien, donde es necesario coincidir es en los valores. De nada nos va a servir si los dos no valoramos por igual el sentido de la libertad, del respeto, de la igualdad, de la justicia… Son espacios comunes que nos ayudarán en el día a día, que nos permitirán crear una familia y permitir que la relación perdure.
Lo mismo ocurre con la complicidad:
- La complicidad es crear instantes donde no hacen falta las palabras.
- Es comprender al otro y disfrutar con su presencia a través de los actos más sencillos
- Es ser cómplices de instantes que perduran en la memoria, es conectar, es ilusionarse en el día a día sin presiones externas y sin malentendidos.
Esos elementos que complementan al amor en la pareja
Ya sabes que el amor es importante y que a la vez, no lo es todo. Es como la casa que hace el hogar de la pareja, si no tenemos techo y paredes difícilmente será cómoda, y aún menos viable para perdurar en el tiempo.
Entonces ¿qué elementos necesitamos más en el día a día para que ese amor sea completo, fuerte y perdurable? Toma nota de estas dimensiones:
Reconocimiento
Reconoce a la otra persona como parte no solo de tu vida, sino de ti mismo. Si ves a tu pareja como parte de ti entenderás que merece respeto, que necesita afectos, cariño y también espacios propios donde poder seguir creciendo como persona.
Reconocer al otro es darle valor, importancia. Es admirar y necesitar de él o ella en nuestro día a día para sentirnos bien, para sentirnos completos.
Reciprocidad
La reciprocidad es ante todo un intercambio equilibrado. Es saber ofrecer y también tener derecho a recibir. Hay personas que cometen el error de confundir el amor con la necesidad de darlo todo a la otra persona. De satisfacer todas sus necesidades.
- No debemos equivocarnos. No debemos ser ese satélite que gira alrededor de un planeta. De hacerlo, acabaremos perdiendo nuestra autoestima y nuestra integridad.
- Ofrece a tu pareja lo que quieras darle, lo que sientas y lo que él necesite. Ahora bien, es importante que tú también recibas. El amor se basa en esa reciprocidad donde no deben existir los egoísmos o las individualidades.
El amor es admirar, es hacer equipo, es compartir momentos y respetar. Si una pareja perdura es porque lleva a cabo una buena comunicación, porque se respeta y porque es cómplice de ese cariño que no sabe de chantajes ni dobles sentidos.
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