Cuando el domingo os proponíamos la ensalada de higos como entrante de una posible cena de San Valentín, teníamos ya este postre preparado y listo para compartir con vosotros: Mousse de chocolate sobre base crujiente de naranja. Porque si teníamos que escoger un postre, este tenía que ser de chocolate.
El chocolate posee sustancias que nos proporcionan placer, como la teobromina, la feniletilamina y la anandamida. Esta última ayuda a mejorar los niveles de dopamina, un neurotransmisor relacionado con las emociones y el placer sexual. De ahí que desde tiempos antiguos se hayan atribuido al chocolate propiedades afrodisíacas.
Tengan o no fundamento, el chocolate nos genera a muchos bienestar y eso es suficiente para convertirlo en protagonista de este postre. Un postre que combina una mousse ligera con una base crujiente de frutos secos y naranja. Una combinación fantástica para sorprender a vuestra pareja y/o daros un capricho dulce, ¿no estáis de acuerdo?
Ingredientes
Para la base:
- 45 g. de chocolate negro de repostería al 85%
- 20 g. de frutos secos picados (avellanas y almendras)
- 1 cucharada de copos de avena
- 4 g. de naranja confitada, picadita*
Para la mousse:
- 60 g. de chocolate negro 70%
- 1, 5 hojas de gelatina
- 60 g. de leche
- 85 g. de nata líquida (35% materia grasa)
Para la naranja confitada:
- La piel de una naranja (limpia sin apenas parte blanca)
- Azúcar
- Agua
Paso a paso
- Comienza preparando la naranja confitada. Para ello calienta agua en una cazo hasta que hierva. Entonces, introduce las pieles de naranja y escándalas durante 4 minutos. Después, refréscalas bajo el chorro de agua fría. Pon agua limpia en el cazo y repite la misma operación. Tendrás que hacerlo 3 o 4 veces con el fin de eliminar el amargor de la naranja.
- Una vez escaldada cuatro veces, escurre la piel de naranja bien y pésala. Coloca en un cazo el mismo peso de azúcar y la mitad de agua. Dale calor y cuando el azúcar se haya disuelto por completo y el agua burbujee, incorpora las peladuras de naranja. Cocínalas a fuego medio (sin que deje de hervir) hasta que hayan absorbido casi todo el almíbar. Entonces, sácalas y colócalas sobre papel de cocinar, separadas unas de otras, para que se enfríen. Espera a que se endurezcan para seguir con la preparación.
- Derrite el chocolate de la base a golpe de microondas y combínalo después con el resto de ingredientes. Coloca un aro para mousse de 10 cm de diámetro aproximadamente sobre un plato o bandeja plana forrada con papel de hornear. Vierte la mezcla dentro, alisa la superficie con una cuchara y llévalo inmediatamente al frigorífico hasta que se endurezca.
- Mientras, prepara la mousse de chocolate. Comienza hidratando la gelatina en un bol con agua fría durante 10 minutos. Después escurre y disuelve en la leche caliente (cuando empiece a hervir) fuera del fuego.
- Derrite el chocolate en un bol en el microondas y después incorpora la mezcla de leche y gelatina poco a poco mientras remueves con una espátula. Una vez tengas una mezcla homogénea deja que se temple durante 10 minutos.
- Aprovecha ese tiempo para batir la nata con unas varillas hasta que esté semimontada. Pasados los 10 minutos incorpora la nata a la mezcla de chocolate con movimientos envolventes para lograr una mezcla aireada.
- Vierte la mousse de chocolate encima de la base y lleva al frigorífico un mínimo de 4 horas.
- Después, desmolda y decora con naranja confitada.