El miedo o pánico escénico es algo que muchas personas tienen y que no les resulta sencillo el poder afrontarlo. Desde luego todo este tipo de situaciones son complicadas de hacer frente o de superarlas, y tampoco ocurrirá de un día para otro pero sí que se llegan a conseguir buenos resultados.
Pero para ello debemos entender qué es lo que nos sucede y a partir de ahí, dar los pasos correctos para intentar enfrentarnos a ello. Quizás la teoría nos la sabemos de memoria, así que, es el momento de ir a por la práctica que seguro te va a encantar.
Qué es el miedo o pánico escénico
Si sientes que cuando tienes que hablar en público tu cuerpo se altera, se pone más nervioso de la cuenta, las palpitaciones están a la orden del día así como las manos sudorosas y otros síntomas varios, entonces es que sufres de miedo o pánico escénico. Si no se trata se puede llegar a convertir en una condición realmente grave que genera bastante ansiedad ya solo con pensarlo. Aunque hay terapias para poder controlarlo y como no, superarlo por fin.
Qué síntomas más frecuentes tiene el miedo escénico
Es cierto que no en todas las personas tienen que aparecer exactamente los mismo síntomas, pero sí es cierto que hay algunos que se repiten con gran frecuencia:
- De una manera fisiológica tenemos los más habituales que son las palpitaciones porque hay una frecuencia cardíaca que va en aumento. También las náuseas o los escalofríos y hasta ligeros dolores de cabeza.
- El tartamudear es otro de los síntomas porque nos quedamos bloqueados y el miedo se impone a todo lo que teníamos que decir.
- Miedo al fracaso es uno de los síntomas más reconocidos y el que más poder tiene. Nos sentimos inseguros y esto hace que el fracaso llame a nuestra puerta antes de comenzar con nuestra tarea.
- La confusión mental también es bastante importante en estos momentos. Pronto desaparecerá, no debes preocuparte.
Cómo superar el pánico escénico
Enfrenta tus miedos
Reconocerlo no pasa nada, es más, nos ayudará a suavizarlos. Por eso, debemos reconocer que sí tenemos miedo pero que no nos superará dicha sensación. Para ello, necesitas que la mente sea la que te ayude, porque es tu gran arma. Si tienes visualizaciones de que todo va a salir mal, céntrate en lo positivo, aparca lo negativo, porque solo es algo que está en tu mente. Céntrate solo en imágenes que te hagan sentir relajado, que te animen.
Contacto visual
Cuando alguien está nervioso, es complicado que mantenga la mirada. Pero en este caso es realmente necesario. Para ello, te vas a centrar en una sola persona del público, pensarás que es un conocido y así, comenzarás el discurso con él. Luego, pasarás a otra y harás lo propio. Poco a poco tu mente se tranquilizará porque descubrirá que entre el público solo hay amigos y te hará sentir mucho mejor.
Nadie es perfecto
Queremos hacerlo todo bien, porque eso del fracaso o que nos señalen con el dedo no es algo que nos guste. Pero es que resulta que nadie es perfecto ni esos que señalan. Así que, es el momento de que dejes llevas y si te equivocas, no pasará nada, solo será un aprendizaje más a tener en cuenta. Porque todas esas personas que están mirándote, también se han equivocado en un momento dado.
Mirar hacia el final
Cuando íbamos en coche se nos decía que para no marearnos, lo mejor era mirar hacia el frente pero a lo lejos y no quedarnos con las cosas más cercanas que se movieran. Pues haz lo mismo. Mira hacia el final del escenario si el mirar hacia la gente no te aporta la confianza necesaria. ¡Seguro que así lo conseguirás!