Aunque actualmente estamos consiguiendo que se nos escuche más (asociaciones feministas, series de televisión en apoyo a la mujer, grito social y común contra la violencia de género, intento por la igualdad salarial, etc.), las mujeres aún no estamos ni de lejos en igualdad de «condiciones» en muchos terrenos (económicos, laborales, sociales,…) que los hombres.
Aún tenemos que «pedir perdón» ante muchas situaciones que son incluso injustas para nosotras, aún tenemos que agachar la cabeza ante recriminaciones por nuestros hábitos de vida o por cómo vestimos, aún muchas tienen que explicar el porqué no quieren ser madres, etc… Y lo peor de todo esto, es que en muchas ocasiones, somos las propias mujeres las que nos echamos piedras unas a otras sobre nuestro propio tejado.
Para todas esas mujeres que han sido fuertes porque la vida les ha tratado injustamente por una razón u otra, van todos y cada uno de estos mensajes. Mensajes para mujeres fuertes:
- Sigue avanzando incluso cuando las cosas se pongan aún más difíciles. Nadie hará nuestra tarea, nadie vivirá nuestra vida,… Tenemos que seguir una y otra vez. Siempre levantarnos una vez más que el número de veces que caigamos.
- Ama con los brazos abiertos… Porque aunque ames a medias, podrán hacerte daño igualmente si quieren hacerlo. Ama con tu verdad y al 100%, al menos si sale mal, tendrás el consuelo de que tú lo diste todo, aunque la otra persona no diera ni la mitad de lo que podría haber ofrecido (en su conciencia quedará).
- Trata de ser blanda y dura al mismo tiempo. No podemos ser ni siempre blandas, porque harían con nosotras lo que quisieran (hijos, sociedad, jefes, etc.), ni siempre duras (porque tampoco hemos nacido para castigar continuamente)… En el equilibrio, como en otras tantas cosas, está la virtud.
- Tómate un tiempo para cuidar de ti misma. Aunque tengas hijos, aunque tengas mil responsabilidades que atender a lo largo del día, debes buscar un ratito a diario que sea sólo tuyo y para ti.
- Perdona, pero nunca olvides. Perdonar es de sabios, todos nos equivocamos en algún momento y hacemos las cosas mal o no todo lo bien que deberíamos, pero perdonar no conlleva necesariamente «olvidar».
- Deja ir aquello que ya se fue: Un ex-novio, un trabajo, etc. Sea lo que sea lo que se fue, hay que dejarlo ir y no querer guardar al menos un mínimo vínculo con él. Esto sólo «frenará» tu progresión en la vida y tu continuidad en todo aquello que plantees a partir de ese momento. Por lo tanto, suelta y déjalo ir.
- Se agradecida por lo que quedó: Todas vivimos situaciones difíciles, y en un primer momento, si aquello terminó, sólo tendrás en mente recuerdos malos y «reproches». Poco a poco te irás dando cuenta que fueron más las cosas buenas que viviste y por tanto los recuerdos positivos que te quedarán para siempre (en la mayoría de casos). Y si fue tremendo el golpe, algo bueno que quedó es que de seguro te hizo mucho más fuerte, independiente y poderosa.
- Ayuda a otros con entusiasmo. Todos vivimos momentos de bajón, por lo que ayudar a los demás, con ganas y entusiasmo puede darte a ti esa dosis de felicidad que tal vez te falte.
- Aprovecha el tiempo al máximo. Es el mayor regalo que la vida te puede brindar: tiempo para vivirla. No lo desaproveches y haz todo aquello con lo que sueñes cada día.
- Ansía el crecimiento. Estancarse no trae nada bueno, y mucho menos, si se trata de nuestra propia vida. Debes buscar crecer siempre, debes querer progresar cada vez más en aquello que estés realizando, ya sea un proyecto laboral o personal. Ansiar este crecimiento hará que te levantes a diario con fuerza, positivismo y energía para afrontar todas y cada una de las dificultades que vayan presentándose. Tú puedes hacerlo y conseguirlo.
Y lo más importante de todos estos mensajes: ¡Cree en ti! Porque nadie lo hará mejor que tú misma. Valórate y no te dejes pisotear por nadie. Deja el miedo fuera, ¡y vive!